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Cristina Losada

Roures, ¡qué nivel!

Roures es un marxista que sabe poco de marxismo. De lo que sabe es de hacer negocios y dinero con el espectáculo.

Roures es un marxista que sabe poco de marxismo. De lo que sabe es de hacer negocios y dinero con el espectáculo.
Jaume Roures, multimillonario comunista del mundo del espectáculo | EFE

Al empresario mediático Jaume Roures no le ha gustado un informe que ha hecho la Guardia Civil en el curso de su investigación sobre el referéndum ilegal y la declaración de independencia en Cataluña. Se entiende que no le guste, porque el informe, que se ha filtrado a la prensa –como tantos de tantas causas–, señala el papel que tendría el empresario en la estrategia de comunicación de los golpistas. El informe se basa en el análisis del documento Enfocats y forma parte de la causa por rebelión, sedición, malversación y otros delitos que lleva el juez Llarena, de modo que será el juez el que determine su valor. Pero Roures, convocado oportunamente a TV3, ya se encargó de valorarlo. Lo hizo en estos términos:

Me ha sorprendido el bajo nivel intelectual de las personas que hicieron el informe (...) Hacen unas explicaciones y conexiones que ni los niños pequeños harían.

Hasta los niños pequeños, ha venido a decir el empresario, tienen un nivel intelectual superior a los agentes de la Guardia Civil que han elaborado el informe. Esto, dicho por otro millonario que no fuera de extrema izquierda, sonaría insultantemente clasista. Pero Roures se puede permitir un desprecio a la capacidad intelectual de unos guardias civiles con toda naturalidad, sin mala conciencia y, en realidad, sin conciencia, porque está, según su ideología, en el lado correcto de la lucha de clases. Se podía haber limitado a desmentir el contenido del informe, sí, pero no debe sorprender que haga ese comentario y no otro. En la izquierda, más en la extrema, no sólo se presume de superioridad moral, también y mucho de superioridad intelectual.

La maldita gracia del asunto es desde qué nivel intelectual habla Roures. Pues, que sepamos, no se hizo rico promoviendo la alta cultura. No amasó millones promoviendo programas o vendiendo libros de filosofía o de ciencia. Bueno, así no se hubiera hecho de oro, eso seguro. El empresario izquierdista es alguien, y hoy hablamos de él, porque ganó dinero en el mercado del fútbol. No me pregunten cómo: nunca lo he entendido. Habrá que ser listo, listillo y pirata para hacer lo que hizo. Y tener buenas relaciones con el poder político, lo cual siempre implica intercambio de favores. Ignoro si su carrera como empresario en los medios tiene algún mérito particular. En cualquier caso, la suya no es una trayectoria intelectual.

Hace años, en plena crisis, Roures mostró cuáles son sus conocimientos de marxismo, pensamiento del cual se reclama, y orgulloso. Ay, esa vanidad intelectual, qué malas pasadas puede jugar. Dijo en 2009 el pensador empresario: "Si hay algo que se ha puesto de actualidad con esta crisis es lo que Marx decía hace 150 años: que la avaricia de unos pocos lleva a la pobreza de todos". Pero Marx nunca dijo esa ñoñez. Los problemas del capitalismo no los achacó a los malos sentimientos o vicios de unos cuantos capitalistas, sino a las contradicciones inherentes a ese modo de producción. El inevitable y creciente empobrecimiento del proletariado que pronosticó, equivocadamente, respondía en su visión a factores que nada tenían que ver con el carácter o la voluntad de los individuos.

Roures es un marxista que sabe poco de marxismo, aunque no está claro que sepa que no sabe. De lo que sabe es de hacer negocios y dinero con el espectáculo, llámese fútbol o televisión. Que sepa también, ya veremos hasta qué punto, de cómo apoyar golpes contra el orden constitucional no será una sorpresa. El informe de la Guardia Civil indaga en unas conexiones que ya se vieron a simple vista durante los últimos meses del procés. Para estar con el golpismo separatista tampoco hace falta un gran nivel.

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