Desde que Antoine Griezmann empezó a sonar como posible refuerzo rojiblanco allá por el mes de julio, la gente se preguntaba, con razón, qué papel tendría Joao Félix en la presente temporada. Es normal que aparezca esa duda dentro y fuera del Atlético de Madrid ya que el portugués llegó al Wanda Metropolitano como el fichaje más caro de la historia del club. 120 millones fueron invertidos en él y, de momento, Joao ha estado lejos del nivel que se esperaba del ex del Benfica. Eso sí, viendo lo que ha hecho el Atlético en los últimos años, el balance económico y deportivo de esa operación es impecable. En tres años se vendió a Griezmann por 120, se fichó a Joao Félix por la misma cifra y justo después de eso y "regalados", Simeone cuenta en el vigente campeón de Liga con el propio Joao, Luis Suárez y otra vez con Griezmann. Aplauso lento.
Las cosas como son. Pase lo que pase con el rendimiento de Joao Félix, que yo creo que acabará explotando positivamente en el Atlético, el fichaje del portugués esta más que amortizado a muchos niveles. Si analizas lo que ha sacado el cuadro rojiblanco del jugador en sí, ok, no se han compensado todavía esos 120 millones de euros, sin embargo, a nivel deportivo y económico, que a fin de cuentas es lo que vale, el beneficio es indudable. Se firmaba con sangre estar así a día de hoy cuando en 2019 se fue Griezmann y llegó Joao. Porque repito, en tres años, el resultado del balance rojiblanco es ser el vigente campeón de Liga, tener regalado a Luis Suárez y contar, sin gasto alguno por el momento, con el jugador que vendió por 120 millones y con el que compró por la misma cifra.
Por todo lo dicho anteriormente, el Atlético tiene ahora la posibilidad de reventar la banca del todo si a Joao Félix le da por mostrar un gran nivel en el curso 2021/2022. Sería el colmo para el Barcelona y el éxtasis para el equipo rojiblanco, que ha tenido a Bartomeu y compañía como el jugador número 13 por detrás de la afición. Lógicamente el trabajo de Simeone y el rendimiento de sus jugadores van por delante siempre, pero es indudable que el regalo de Luis Suárez le dio al Atlético 21 goles que le hicieron campeón de Liga el año pasado. Y a eso hay que añadir el retorno de Griezmann, activo que redondea la operación y perfecciona el balance en las oficinas del Wanda Metropolitano. ¿Regalado? Sí. ¿Surrealista porque solo un loco negociaría tan mal como el Barcelona? También. Pero la realidad es la que es y si al campeón de Liga le da por combinar a la perfección a Suárez, Griezmann y Joao...
Ahora bien, en esta ecuación falta por ver el rendimiento grupal del Atlético y si Joao Félix y Griezmann se suman a la fiesta. De momento jugadores como Correa se han ganado estar por delante de ellos, pero bendito problema para Simeone. Con la corona en la cabeza y con una plantilla como la que tiene a su disposición, el campeón debe volver a ser lo que es ahora mismo, es decir, el dueño del trono. ¿Pesa la corona? Tienes equipo y entrenador para sostenerla, igual que el año pasado sostuvo las presiones ajenas y propias que le decían que iban a perder el título. Ir a por el 10 para quedar, como mínimo, en el 9. Ese debe ser el pensamiento rojiblanco para este año.
Para ir acabando y volviendo a Joao, sí hay que ser optimistas con el portugués. Cuando su tobillo no le ha molestado ha hecho grandes partidos. Incluso ha hecho notables encuentros y ha cambiado el rumbo de algunos de ellos sufriendo dolores importantes en el tobillo. Joao, al 50%, ha marcado 19 goles y ha dado 8 asistencias en dos años. Son 27 goles que el Atlético se ha llevado al zurrón. Eso estando mal, lesionado durante varios partidos y con un tobillo en malas condiciones. Ahora, tras la operación a la que se sometió este verano, es el momento de amortizar en lo individual lo que ya está compensado en lo grupal gracias a Bartomeu, el guerrero número 13 de los rojiblancos. ¡Te toca Joao! Te están esperando.