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CHUECADILLY CIRCUS

San Isidro vs. Orgullo Gay

¿Acaso no sabían que San Isidro era un homófobo peligroso? Pues según Cogam, un colectivo LGTB de Madrid, Santa María de la Cabeza fue aún peor. De hecho, sigue siéndolo. Por su culpa, por su gran culpa, el día del Orgullo Gay no es fiesta oficial en Madrid. ¿Y por qué no en toda España? Puestos a colgar cortinas humo, no hay dos sin tres: aborto, eutanasia y Orgullo Gay.

¿Acaso no sabían que San Isidro era un homófobo peligroso? Pues según Cogam, un colectivo LGTB de Madrid, Santa María de la Cabeza fue aún peor. De hecho, sigue siéndolo. Por su culpa, por su gran culpa, el día del Orgullo Gay no es fiesta oficial en Madrid. ¿Y por qué no en toda España? Puestos a colgar cortinas humo, no hay dos sin tres: aborto, eutanasia y Orgullo Gay.
San Isidro.
Miguel Ángel González, presidente de este colectivo tan representativo que agrupa a unas cuantas docenas de afiliados del PSOE y de IU y a tres peperos despistados, está indignado porque, un año más, el Ayuntamiento de Madrid se ha negado a proclamar jornada festiva el día del Orgullo Gay, en beneficio de la mujer de San Isidro, patrón de Madrid. Se queja González de que las fiestas del Orgullo, las "más importantes" de las que se celebran en la capital hoy día, carecen de reconocimiento oficial y además no reciben un duro –me parto–, a pesar de todos los ingresos que generan para la ciudad.
 
De la vigilancia eclesiástica que ejercían algunos curas de pueblo para que todos los vecinos acudieran a la iglesia las fiestas de guardar, pasaremos a la checa de la tolerancia y la diversidad por el capricho de Miguel Ángel y sus compadres, dispuestos a que la mayoría de los madrileños trabajemos un día más y disfrutemos, eso sí, de un espléndido sábado festivo.
 
Me pregunto si los chicos de Cogam son imbéciles o si es que se lo hacen. Seguramente ambas cosas. Como todo el que haya ido al colegio alguna vez en su vida debería saber, este año el día de la Almudena cae en domingo, así que, como es normal en estos casos, el Ayuntamiento sustituyó esta fiesta por otra para que el calendario no birle a los ciudadanos un día de asueto.
 
Puestos a pedir democracia, propongo que a partir de ahora las fiestas locales sean elegidas por todos los madrileños y madrileñas. Veremos cuántos optan por perder un puente a cambio de ganar el sábado del Orgullo. En fin, que alguien debería pedir la dimisión de González por indocumentado, patán y cateto. Quince minutos de fama y una vida entera de oprobio. A los frikies que se empeñan en que la homosexualidad se cura, les recomiendo un método perfecto de conversión: la lectura de los comunicados emitidos por Cogam y la Felgtb en los últimos seis meses. Seguro que no falla.
 
Cada uno intenta hacerse famoso como mejor sabe, aunque siempre hay clases. Yo aborrezco a las cutres de Cogam y amo los sesenta y los primeros setenta, los años de oro de los Kinks, The Who y Nicky Haslam, un personaje que he conocido gracias al número de septiembre de la revista Vanity Fair, que ahora también podemos disfrutar en su edición española, aunque con personajes algo menos fantásticos. Entre el juez Gómez Bermúdez y el hombre que introdujo a Andy Warhol en la New York Society, organizó una fiesta para los Rolling Stones inmortalizada por Tom Wolfe e inspiró Blowup, el maravilloso film de Antonioni que retrata la movida londinense de los 60, yo lo tengo muy claro: me quedo con el segundo.
 
Nicky es la prueba fehaciente de que, a veces, para triunfar en la vida todo lo que uno necesita es un poquito de latín y unas nociones de francés, siempre que ambos idiomas se pronuncien en el acento correcto, es decir, el de Eton. Antiguo cronista de glamour y desenfreno en las páginas del Sunday Times, este amante del arte y la poesía, o al menos de algunos poetas, pintores y diseñadores, detesta a Mandela y al Dalai Lama ("Unos fraudes") y echa la culpa del matrimonio gay al tontaina de Elton John. Además, reivindica su papel y el de sus amigos como creadores de la década prodigiosa, tal y como hizo el fotógrafo David Bailey:
Los Beatles no eran nada. Un banda musical de chicos del norte. Fueron Nicky y Jean Shrimpton... y Terence Stamp y Michael Caine.
Ahí queda eso.
 
En 1962 Nicky se mudó a New York. En su primera noche de fiesta conoció al arquitecto Philip Johnson, e inmediatamente se fue a vivir con él. Poco después consiguió un trabajo en la sección de arte de Vogue, en parte gracias a su acento ("Fue por ser inglés más que por ser simpático") y terminó en los brazos de Jimmy Davidson, un Rockefeller por parte de madre. Con él se instaló en un pisito en un edificio bohemio chic. Su vecino de abajo era un cómico llamado Woody Allen. Tras viajar por el mundo, la pareja decidió mudarse a un rancho de Arizona ("Lo hice por la ropa").
 
En 1972, y sin amor, oficio ni dinero, Nicky regresa a Londres. Gracias a sus contactos (un par de aristócratas como él, uno de ellos hermano de Camilla Parker-Bowles) se coloca como decorador y da a conocer en Inglaterra las últimas innovaciones del interiorismo norteamericano. Rod Stewart, Ringo Starr, Bryan Ferry, los millonarios Charles Saachi y James Goldsmith y la princesa de Kent, todos fueron amigos o clientes. Y, por supuesto, Joan Collins y la mismísima Diana de Gales.
 
En cuanto a la nómina de novios y amantes, destaca su relación con Moschino, finiquitada cuando el italiano se enamoró de otro, aunque Nicky conservó sus amistad. A día de hoy, Paolo y Philip tienen llaves de su casa. "Vienen cuando quieren. Me dije que si no hacía algo así nunca más vería a Paolo. Cuando has querido a alguien, nunca puedes dejar de quererlo, por muy mala persona que sea". Aquí lo dejo por el momento. Les contaré más cuando haya leído su libro de memorias, de inminente aparición.
 
En conclusión, que desde que el mundo es mundo los feos, tontos y resentidos han intentado hacerse un nombre destrozando la belleza, exterior e interior, que nunca tuvieron ni cultivaron. Los de Cogam compensan su falta de gracia natural quemando iglesias, aunque sea de forma simbólica. Nicky Haslam se inclinó por la seducción, aportando así a las almas de varios artistas y creadores esa inspiración que necesitaban y de la que millones de personas nos hemos beneficiado. Los mariprogres se empeñan en destruir el patrimonio de todos. A Haslam y a los suyos les debemos algunas de las aportaciones más originales de la cultura moderna. No hay color.
 
Por desgracia, quedan pocos como Nicky. Hoy en día la notoriedad se alcanza en el gimnasio a base de proteínas y anabolizantes. Después, basta colgar unas fotos en alguna página de contactos de internet y presentarse a un concurso de belleza, por ejemplo el de Policía Gay Más Sexy del Mundo, para alcanzar la fama universal. Es el caso del guardia napolitano Fabrizio Caiazza, ganador de la última edición de ese certamen. Embriagado de éxito, al funcionario se le olvidó pedir permiso a sus jefes para posar en uniforme reglamentario para una revista. Ahora se enfrenta a una sanción por haberse saltado las normas, que son las mismas para todos. Así es la vida. Ni una obligación menos ni un derecho más, en eso consiste la auténtica igualdad. Y déjennos tener la fiesta en paz.
 
Como algunos de mis lectores sabrán, el lunes pasado intervine en el programa No es programa para viejos, de Antena 3, emitido a las 23:45. Salir en la tele tiene sus inconvenientes: por ejemplo, que uno ya no puede sentarse en la terraza del Starbucks del barrio sin que una pandilla de adolescentes se ponga a gritar: "¡Ah, mira quién es!". Lo peor es el comentario de la camarera del bar de la esquina: "No parecías tú". Es una forma educada de decir que deberías afeitarte más a menudo, o al menos quitarte las legañas antes de bajar a desayunar. La ventaja es que, gracias a la pequeña pantalla, uno recupera viejas y queridas amistades.
 
El día 15 hablaremos de un tema espeluznante, el uso de drogas entre los más jóvenes. Janice Joplin que estás en los cielos, échales una mano.
 
 
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