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CRÓNICA NEGRA

Tú serás el próximo en morir

No hay nada que hacer. Si en un país modélico y avanzado como Finlandia no fueron capaces de aislar el elemento antisocial, si en un país como Finlandia, lugar de gran rendimiento de los alumnos y de entrega de los profesores, tras solo unos meses de la tragedia de Jokela, al sur del país, se produce la de Kauhajoki, al oeste, la cosa no tiene solución. Significa que no hemos hecho bien los deberes. Europa es el objetivo. Pronto surgirán otros lobos esteparios que harán tiro olímpico sobre sus compañeros. "Tú serás el próximo en morir", dice Saari.

No hay nada que hacer. Si en un país modélico y avanzado como Finlandia no fueron capaces de aislar el elemento antisocial, si en un país como Finlandia, lugar de gran rendimiento de los alumnos y de entrega de los profesores, tras solo unos meses de la tragedia de Jokela, al sur del país, se produce la de Kauhajoki, al oeste, la cosa no tiene solución. Significa que no hemos hecho bien los deberes. Europa es el objetivo. Pronto surgirán otros lobos esteparios que harán tiro olímpico sobre sus compañeros. "Tú serás el próximo en morir", dice Saari.
Mi corazón está ahora en Finlandia, donde Matti Saari, un acomplejado de 22 años, engañó a un policía veinticuatro horas antes del tiroteo. Un internauta le había denunciado: bajo el nombre de Wumpscut86, un grupo heavy alemán, había colgado un video disparando de forma amenazante una pistola del 22, una Walther. Todavía puede verse. Un año antes, Pekka Auvinen, con el nombre de otro grupo heavy, Sturmgeist89, también colgó videos apocalípticos.
 
Las masacres de estudiantes a manos de estudiantes comenzaron en los centros de estudios norteamericanos y parecían un fenómeno propio de allí, que nunca saltaría el charco. Pero todo cambió. En marzo del 96 dieciséis niños y su maestra fueron asesinados en Escocia; en abril del 2002 un joven de 19 años dio muerte a dieciséis chavales en un instituto de Erfurt, Alemania, porque le habían expulsado. En noviembre del 2007 un estudiante de 18 años dio muerte a ocho personas en un instituto del sur de Finlandia. Antes lo anunció, pero nadie estaba atento a la amenaza.
 
Los jóvenes aislados, amargados, que se sienten rechazados por sus compañeros, perseguidos por sus profesores y superados por las circunstancias, proliferan en un sistema educativo deshumanizado, competitivo y hueco. Recuerdo aquella asignatura de griego insalvable por la torpeza del profesor y lejanas ideas de autoelipsis. Eran tiempos tontos de un Franco imperial en una España soberbia y aislada, donde los malos profesores posaban de pedagogos. Las matemáticas y los idiomas formaban parte del retraso. Todavía hoy lo forman. No obstante, frente a la vida frustrante del alumnado, todavía estaba la solidaridad de la calle, llena de cigarros clandestinos, botellón sin Gallardón y sexo romántico junto al río. Los estudiantes del franquismo se masturbaban sacudiéndose la dictadura a pesar de que les habían advertido de que se quedarían ciegos.
 
En Finlandia, donde no llega el sol hispánico y aumenta el peso de la paja, debido a la humedad y la frialdad glacial de la adolescencia, Matti Saari vivía al fondo de una depresión, que duraba años, en el cuarto de su residencia, con la única compañía de su gato. Investigan si tuvo algún contacto con el joven Pekka, el otro asesino de meses atrás, porque los dos compraron el arma en el mismo sitio. Son detalles sin importancia. Lo verdaderamente dramático es el hecho de que la policía no pudo reconocer las intenciones de psicopatón, la amenaza del lobo, horas antes de la mordedura. Las fuerzas de prevención brillan por su ausencia en una Europa que se creía libre de culpa, a salvo del ataque suicida de los estudiantes matones. Pero Cho Seung Hui, el asesino americano de Virginia Tech, se prolonga en estos dos de Finlandia, el modelo fallido. Son clónicos en la distancia, porque el ambiente en las aulas lo es.
 
Prestemos atención a la policía. El agente que interroga, por peligroso, al que amenaza en You Tube ni siquiera se espanta por los hechos de meses atrás. ¿A qué espera para retirarle el permiso de armas? ¿Por qué no le incauta la pistola del 22? El policía está ahora bajo tratamiento psíquico, pero ya no lo necesita. En cualquier otro lugar de Europa, quizá en España, donde la vitalidad de la existencia ha impedido, hasta ahora, estos frutos sombríos de alumnos amargos, otro kamikaze se prepara para herir a sus compañeros. El desconocimiento nos mantiene inertes, vencidos de antemano. Y eso que en España, como vacuna, se detuvo a Javier Rosado, el asesino del rol, antes de perpetrar un segundo crimen. Era un estudiante con el virus antisocial, que no atacó a sus compañeros pero sí al resto de la sociedad.
 
 
FRANCISCO PÉREZ ABELLÁN, presentador del programa de LIBERTAD DIGITAL TV CASO ABIERTO.
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