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CÓMO ESTÁ EL PATIO

Zapatero nos hará liberales

El presidente del gobierno, adepto a la religión del progresismo, contradijo al fundador de su principal rival teológico diciendo aquello de que la libertad nos hará verdaderos.

El presidente del gobierno, adepto a la religión del progresismo, contradijo al fundador de su principal rival teológico diciendo aquello de que la libertad nos hará verdaderos.
Zapatero.
Bien, es posible; pero de lo que no cabe duda es de que Zapatero va a convertir a los españoles en una peligrosa banda de neoliberales convencidos. Sólo tiene que seguir gobernando así, y en un par de años el llamado "Estado del Bienestar" habrá sido destruido como si lo hubieran fumigado con napalm. Zapatero nos hará liberales; a la fuerza, pero liberales, es decir, libres y responsables.

No hay nada mejor para acabar con la injusticia de la redistribución que poner al frente de la cosa a un convencido de sus bondades. El proceso de sacar dinero de unos bolsillos cada vez más depauperados para meterlo en otros cada vez más ávidos –descontado el treinta por ciento en concepto de gastos burocráticos– está destinado inevitablemente al colapso; pero cuando los políticos están convencidos de que esa es la mejor herramienta para mantenerse en el poder, avanza aún más rápido hacia el precipicio, sin que nada pueda detenerlo. Es lo que Lenin definía como "la agudización de las contradicciones del sistema", sin saber que, mientras el capitalismo soporta la presencia en su seno de numerosísimos parásitos, el socialismo no es capaz de evitar su propia ruina. El progresismo agudiza sus propias contradicciones con sólo aplicar las recetas que prescribe su ideología; no necesita de agentes externos ni de enemigos conjurados, como los que el gobierno de Zapatero cree ver por todas partes cada vez que se enfrenta a la realidad.

Corbacho, hace un tiempecito.Por eso es importante apoyar al ministro Corbacho en su cruzada involuntaria contra el sistema público de pensiones. Solbes estuvo a punto de provocar que un movimiento ciudadano de gran magnitud acabara con esa estafa piramidal negándose a seguir siendo esquilmado a cambio de una paga de vejez miserable, pero inmediatamente llegó la derecha de Aznar al poder y, con cierta sensatez y bastante más solvencia que sus predecesores socialistas, sacó de la UVI al enfermo y hasta dejó las arcas de la Seguridad Social repletas de dinero... expoliado a los contribuyentes, conviene no dejar de repetir. Lo que a simple vista apareció como una hazaña beneficiosa para el bien común, en el medio plazo fue lo peor que le pudo pasar al estado del bienestar, porque su salud financiera facilitaba su perduración.

Ahora bien, lo que no consiguió Felipe González Márquez, Zapatero está a punto de lograrlo. El ministro de finanzas del felipismo aconsejó a los españoles que suscribieran un plan privado de pensiones ante la inminente desaparición de los fondos destinados a la previsión estatal; el de Zapatero ha ido más allá, poniéndose él mismo como ejemplo. Es lo que ocurre siempre con los socialistas: imponen a los demás lo que no quieren de ningún modo para ellos y sus familias.

El personal se tiene que apañar con unas pensiones públicas de miseria, pero ellos se aseguran la vejez con unos planes privados que, encima, financian con nuestro dinero a través de los impuestos con que pagamos sus sueldos. Sanidad pública para todos, con el doctor Montes esperando en la puerta de urgencias con un pitillo en la boca y los bolsillos llenos de sedantes ultraterrenos, pero ellos tratan sus dolencias en las clínicas privadas de lujo. Los niños castellanohablantes, a estudiar en una lengua que no entienden bajo amenaza de suspenso, pero sus hijos en colegios privados y a poder ser católicos, no sea que aparezca un zerolillo y se empeñe en mostrarles las bondades del sexo anal.

En fin, que está muy bien que sigan demostrando con su ejemplo que el derecho a elegir los servicios que uno quiere para sí mismo y los suyos, y responsabilizarse de ello, es la mejor forma de organizar una sociedad. Su verborrea sigue atontando a los millones de alelados que aún creen que el socialismo les hará más ricos que lo es el vecino, pero el ejemplo que dan en su vida privada algún día puede llegar a ser más sugestivo que la bazofia que predican. Sólo falta que el desplome del injusto, insolidario y antisocial "Estado del Bienestar" se produzca en pleno mandato de Zapatero. La felicidad completa.
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