Menú
GEES

¿'Game over'?

A pesar de lo diga Obama, la guerra de Afganistán aún no ha acabado.

A pesar de lo diga Obama, la guerra de Afganistán aún no ha acabado.

Como en años anteriores, la política exterior de Estados Unidos sólo ocupó un 15% del discurso de Barack Obama sobre el estado de la Unión. Por un lado, el presidente hizo hincapié en priorizar la búsqueda de soluciones diplomáticas para Irán y Corea del Norte; por otro, volvió a subrayar que se acabó lo de enviar miles de norteamericanos a otros lugares. Según Obama, para ayudar a países como Yemen, Libia y Somalia hay que intentar que ellos mismos asuman su propia seguridad, además de conseguir un mayor compromiso de los aliados. Pero, en caso de ser necesario, Estados Unidos podrá seguir recurriendo a las acciones directas –una sutil manera de hablar de los ataques con drones– contra los terroristas que supongan una grave amenaza para los americanos. 

En este contexto, es decir, uno en el que se llamará al FBI o la CIA y no a las fuerzas armadas para frenar la amenaza terrorista en otras partes del mundo, se enmarca también el anuncio que hizo Obama durante su discurso sobre el número de tropas que volverán de Afganistán a lo largo del próximo año: nada más y nada menos que 34.000, casi la mitad de las que hay en la actualidad.

Seguro que ha sido una muy buena noticia para muchos norteamericanos: un 60% piensa que esa guerra no vale lo que cuesta, y sólo un 5% nombra Afganistán como la prioridad a la que tiene que hacer frente Estados Unidos; apenas fue mencionado durante la campaña electoral ni, peor aún, en el Senado durante las audiencias de confirmación de los miembros del nuevo equipo de seguridad nacional, lo que pone en evidencia una curiosa mezcla de apatía y amnesia entre los senadores de ambos partidos, que se limitan a reflejar el sentir de la opinión pública norteamericana.

Pero si para los norteamericanos la guerra está llegando a su fin, como dice Obama, son pocos los afganos que piensen que acabará para ellos en 2014, Es más, temen más que nunca que la salida de las tropas extranjeras pueda conducir al colapso y a una devastadora guerra civil. Su preocupación ha crecido con el anuncio de que unas 6.000 tropas norteamericanas se replegarán de aquí a la primavera; otras 8.000 para noviembre, y las últimas 20.000 estarán fueran antes de febrero de 2014. Y lo peor es que aún no se sabe nada de cuántas se quedarán más allá de 2014: la cifra podría ir desde las 3.000 hasta las 15.000, y se dedicarán a labores de formación y asesoramiento.

Aún hay más: parece ser que la Casa Blanca planea reducir el tamaño de las fuerzas afganas a partir del 2015 en más de 100.000, por no poder costear la cifra actualmente establecida de 352.000.

Todo este baile de cifras no tranquiliza, sólo trae más preocupación. Porque, a pesar de lo diga Obama, esta guerra aún no ha acabado.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios