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LA POESÍA DE TS ELIOT

El recuerdo de un mago

Volver a la poesía del poeta inglés T.S. Eliot en Navidad es, sin lugar a dudas, una cuestión de sano realismo. Este año he vuelto a ella tras recibir una extraña felicitación de Navidad, alguien se ha dirigido a mí y con rostro triste y voz quejumbrosa me ha susurrado: -"Espero que pase usted las Navidades más agradables posibles". A lo que he respondido: "Espero que sobre todo que sean felices". Tanto en el tono de la voz como en la cara de quien me lo decía se transparentaba la incomodidad por una celebración que ya no significa nada.

Volver a la poesía del poeta inglés T.S. Eliot en Navidad es, sin lugar a dudas, una cuestión de sano realismo. Este año he vuelto a ella tras recibir una extraña felicitación de Navidad, alguien se ha dirigido a mí y con rostro triste y voz quejumbrosa me ha susurrado: -"Espero que pase usted las Navidades más agradables posibles". A lo que he respondido: "Espero que sobre todo que sean felices". Tanto en el tono de la voz como en la cara de quien me lo decía se transparentaba la incomodidad por una celebración que ya no significa nada.
El poeta norteamericano T. S. Eliot
Poco después, en el mercado, he recibido otra felicitación empañada por la nostalgia: "Feliz Navidad, señora, aunque ya se sabe que en estas fiestas, todos estamos tristes por un motivo u otro". Si en la primera se traslucía el lamento por una celebración que ya no tiene motivo para tal, esta segunda le sustraía la capacidad de ser compañía y significado de penas y alegrías. Ha sido entonces cuando me he acordado del magnífico poema titulado el Viaje de los Magos del premio Nobel en el que se cuenta, como anuncia su título, el recorrido de tres hombres que desde sus tierras parten para asistir a un Nacimiento. La novedad del poema es la perspectiva que Eliot elige para el relato, uno de los Magos dicta una historia a un escriba ("...pero escribid esto, escribid esto..."). Quiere dejar constancia de algo que sucedió en el pasado y que ahora –en el momento de la escritura- recuerda. Aquí se puede ver la estima que da a ese viaje hasta el punto de querer dejarlo por escrito. Un valor que no olvida las dificultades que padecieron en el camino - frío, falta de cobijo, cansancio de los animales, rebelión de los siervos-, tantas contrariedades que los tres magos llegaron a pensar que aquel viaje era una locura. Pero lo que quiere dejar en palabras y por escrito es que ese esfuerzo para asistir a un Nacimiento, fue tan significativo que estaría dispuesto a volverlo a realizar.
 
Es sorprendente la falta de perspectiva histórica del Mago, no sabe qué pasó exactamente, no sabe quién es Jesús de Nazaret, ni siquiera se le nombra, pero lo que sabe es que aquel Nacimiento le reveló su nacimiento y su muerte –su yo, su historia, su origen y su destino-. Ya nunca más ni él, ni sus compañeros de viaje volverán a ser los mismos porque anhelan un nuevo nacimiento: "Volvimos a nuestros sitios, estos Reinos,/ pero ya no más a gusto aquí, en el viejo estado de cosas,/ con una gente extraña aferrándose a sus dioses/ Me alegraría de otra muerte".
 
Este poema describe la memoria del viaje de los Magos, es decir el retrato de la primera Navidad, con ingenua perspectiva pero con certeza de su valor ("Y lo volvería a hacer") y cuajado de intuiciones (aquel hecho hablaba de su vida y de su muerte). Pero sobre todo y, aún sin conocer el valor histórico de lo que había sucedido, es decir, el acontecimiento que ha dado forma a toda la cultura occidental, el Mago que dicta a su escriba sabe que aquél nacimiento al que asistió tuvo el valor de revelarle más a él mismo. Por eso y volviendo a estas felicitaciones, me he dado cuenta de que nuestra cansada cultura quizá cree saber cuál es el contenido de la Navidad pero ha perdido la sorpresa de un acontecimiento que sucedió y sucede para sacarnos de la nada y para dar significado a alegrías y tristezas.
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