La situación de los cristianos en Irak, la condición de África y la paz en Oriente Medio han sido los temas de la audiencia que concedió el Papa la pasada semana al presidente de los Estados Unidos, George Bush.
Tras el encuentro, la Santa Sede publicó una nota en la que explicaba que, durante el coloquio, "se pasó revista a los principales temas de política internacional, deteniéndose en lo que se refiere a Oriente Medio sobre el conflicto palestino-israelí, el Líbano, la preocupante situación en Irak y las críticas condiciones en las que viven las comunidades cristianas". La Santa Sede, según el comunicado, "auspició, una vez más, una solución regional y negociada de los conflictos y de las crisis que afectan a la región".
"En las conversaciones se dedicó atención a África y a su desarrollo, haciendo referencia también a Darfur, sin olvidar un intercambio de opiniones sobre América Latina", continúa el texto. Por último, "se examinaron las cuestiones morales y religiosas actuales, entre otras las relativas a los derechos humanos y la libertad religiosa, la defensa y la promoción de la vida, el matrimonio y la familia, la educación de las nuevas generaciones y el desarrollo sostenible".
Benedicto XVI exige la liberación de todos los secuestrados
Tras conocer la noticia del secuestro de un sacerdote en Filipinas, el Santo Padre Benedicto XVI exigió el pasado domingo, en el rezo mariano del Ángelus, la liberación de todas las personas secuestradas, haciendo referencia en particular a los numerosos casos de Colombia.
"Por desgracia me llegan frecuentes peticiones para que intervenga a favor de personas, algunas de ellas sacerdotes católicos, secuestradas por diferentes motivos en diferentes partes del mundo", reconoció el Pontífice. "Llevo a todos en el corazón y a todos les tengo presentes en mi oración, pensando, entre otros, en el doloroso caso de Colombia", añadió.
Asimismo, hizo un "apremiante" llamamiento a los autores "de estos actos execrables", para que "tomen conciencia del mal cometido y restituyan cuanto antes al amor de sus seres queridos a cuantos tienen prisioneros".
El arzobispo Sandri nombrado prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y el italiano Filoni, sustituto de la Secretaría de Estado
Benedicto XVI ha nombrado al arzobispo argentino Leonardo Sandri, de 63 años, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. Sustituye al cardenal Ignace Moussa I Daoud, patriarca emérito de Antioquía de los Sirios, quien había presentado la renuncia por motivos de edad.
Monseñor Sandri fue quien dio al mundo la noticia de la muerte de Juan Pablo II en la noche del 2 de abril de 2005 en la plaza de San Pedro del Vaticano. Tras conocer su nombramiento, declaró ser "consciente de que se me confía el gran tesoro de la oración litúrgica, de la tradición espiritual, de la vida monástica, y de la vida de tantos santos, de la enseñanza de los Padres y de los Doctores de la Iglesia de Oriente".
Asimismo, para sustituir en el anterior cargo del arzobispo Sandri, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, el Papa ha nombrado al arzobispo italiano Fernando Filoni, de 61 años, hasta ahora nuncio apostólico en Filipinas.
El arzobispo Filoni fue uno de los poquísimos embajadores que se quedaron en Bagdad, en calidad de nuncio apostólico, durante la operación militar en Irak lanzada en 2003 por una coalición de países bajo la guía de los Estados Unidos. Monseñor Filoni considera su nombramiento como "un acto de paterna benevolencia del Sumo Pontífice, al que respondo con trepidación, pero con la misma disponibilidad del pasado y con profunda gratitud".
Caritas Internacionalis es "realmente parte de la Iglesia", dice el Papa
El Santo Padre recibió esta semana a los participantes en la XVIII Asamblea General de Caritas Internationalis, con el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), elegido nuevo presidente de la Confederación. En sus palabras, el Papa recordó que Caritas Internationalis "no trabaja simplemente en nombre de la Iglesia, sino que es realmente una parte de la Iglesia" y como muestra del "apoyo de la Santa Sede" a su labor, está guiada por el Pontificio Consejo Cor Unum.
Benedicto XVI subrayó que la misión de la Confederación es "cooperar en la misión de la Iglesia de difundir por todo el mundo el amor de Dios". "La caridadtiene queser comprendida a la luz de Dios, que es caritas", prosiguió. "El corazón de Caritas es el sacrificio amoroso de Cristo y toda forma de caridad individual y organizada en la Iglesia debe encontrar siempre su punto de referencia en Él, la fuente de la caridad".
En un mensaje publicado al término de la Asamblea, Caritas destaca que han reafirmado su compromiso de ser "testigos de la caridad y constructores de la paz", asumiendo con renovada energía la misión de convertir la "fe viva en Jesucristo en una acción viva, dirigida a la urgente misión de transformar un mundo donde cada tres segundos muere un niño víctima de la pobreza".
El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, apostó por una unidad "inquebrantable y sin fisuras" de la Iglesia y reclamó a los cristianos que estén "como una piña", porque en la actualidad, su unidad no es suficiente. "No podemos someternos a una mentalidad inspirada en el laicismo", dijo monseñor Cañizares en su intervención bajo el Arco de la Sangre de Toledo con motivo del Corpus Christi.
El cardenal señaló que hay "tantas opiniones sobre la fe y la moral, grupos y tendencias en la Iglesia que parece como desgarrada o hecha jirones", e incluso "a veces, los que deberíamos dar ejemplo de unidad, no lo damos suficientemente". Asimismo, destacó que "no podemos someternos a una mentalidad inspirada en el laicismo", que lleva "de forma más o menos consciente a la restricción de la libertad religiosa hasta promover un desprecio o ignorancia de lo religioso relegándolo a la esfera de lo privado y oponiéndose a su expresión pública".
De este modo, recalcó la división en la sociedad española, "sustancialmente católica en su mayoría", "por tantos enfrentamientos actuales o por el reabrimiento de heridas y divisiones pasadas que nos conducen a la quiebra". Por ello, a su juicio es necesario "de manera urgente y apremiante, centrarnos más y más y vivir en toda su verdad el Sacramento de la Eucaristía", de unidad y vínculo.
El cardenal Rouco Varela recuerda que "profanar la Eucaristía supone un desprecio de la muerte del Señor"
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, recordó durante su homilía con motivo del Corpus Christi en la madrileña Plaza de Oriente que "profanar la Eucaristía supone un desprecio de la muerte del Señor" y afirmó que "es imposible vivir el amor cristiano si se rompe el vínculo con la Eucaristía".
"Utilizar la celebración de la Eucaristía en contra de la misma tradición" es un "grave atentado contra la comunión eclesial que nace de la obediencia a la fe y al mandato apostólico que procede del Señor", continuó Rouco. "Quienes no tienen fe, injurian a la comunidad creyente simulando participar de sus misterios; y quienes creen, rompen la comunión que Cristo quiso para su Iglesia", puntualizó.
Asimismo, el Cardenal lamentó "con profundo dolor los abusos y profanaciones de este Sacramento de los que hemos sido testigos recientemente en nuestra diócesis y que apartan a sus autores de la comunión en la fe y en la vida eclesial".
El Camino Neocatecumenal celebró el pasado sábado 9 de junio un Encuentro Vocacional en el Pabellón Madrid Arena. En sus palabras a los cerca de 20.000 jóvenes presentes, Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, destacó "la importancia de la defensa de la familia cristiana frente al ataque que sufre esta institución en toda Europa" y recordó que frente a esta situación "es fundamental que los cristianos mostremos la importancia de la familia cristiana que salva el mundo". Argüello también animó a los asistentes a que "den testimonio en todos los ámbitos de la sociedad de lo que Cristo ha hecho en sus vidas".
Tras la predicación, pidió a los jóvenes que sentían una llamada de Dios que subieran al altar y recibieran la bendición de los obispos presentes. Así, 150 chicos se ofrecieron para entrar a formarse en un seminario y 130 chicas para ingresar en un convento de vida consagrada. El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, presente en el acto, resaltó que "cada uno de nosotros es un fruto del amor de Dios".
Por su parte, el Arzobispo de Granada, Javier Martínez, afirmó "que no hay promesa de felicidad que pueda ofrecer el mundo que se pueda comparar con la que da Cristo". También estuvo presente en este Encuentro el Obispo de Cartagena, Juan Antonio Reig Plá, que afirmó que las nuevas vocaciones son "un milagro de Dios, es un acontecimiento de Gracia".