Menú

Versiones enfrentadas

Los principales diarios nacionales destacan en sus portadas la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas instando a sus 189 países miembros a colaborar firmemente en la erradicación de las organizaciones terroristas. La importancia de la resolución –que admite la legitimidad del uso de la fuerza y el estrangulamiento financiero de estas organizaciones– da plena cobertura a las legítimas aspiraciones de Washington y del mundo occidental, que a partir de hoy, tendrá las manos más libres para combatir a los enemigos de la libertad. Las gestiones diplomáticas de Washington han sido todo un éxito. No obstante, todo acuerdo tiene un precio, y EE UU ha prometido abonar sus deudas con la ONU en “agradecimiento”. Esperemos que esa primera remesa de 582 millones de dólares sirva para eficaz defensa de la libertad y la paz en el mundo, y no para denigrar a los EE UU y sus aliados, como ha venido siendo habitual en esta organización.

En otro orden de cosas, hay que destacar las diferentes interpretaciones que los diarios El País y El Mundo hacen de la sucesión de comparecencias en la comisión parlamentaria que investiga el caso Gescartera.

El País afirma que uno de los ex presidentes de la CNMV (Armesto o Valiente) afronta responsabilidades penales por mentir al Congreso. Este diario –que, curiosamente, no incluye hoy en portada referencias al caso Gescartera– se alinea con las tesis de Vives y Armesto, al estimar que sería absurdo que David Vives presentara un informe sobre Gescartera, y que se convocara una reunión extraordinaria para abordar el asunto, sin que nadie hubiera propuesto la intervención de la entidad. De ser esta versión cierta, el punto de mira de las responsabilidades políticas se dirigiría, según El País directamente hacia Rodrigo Rato, que fue quien nombró a Valiente, Ramallo y Roldán, quienes supuestamente se opusieron a la intervención.

Sin embargo, El País elude juzgar sobre la responsabilidad directa de Armesto en la no intervención. Si Armesto, con el informe de Vives, disponía de indicios suficientes para sospechar de la situación de Gescartera, ¿cómo no hizo valer su autoridad? La teoría del consenso parece poco creíble, puesto que en otros asuntos, el ex presidente resolvió por su cuenta y riesgo y sin consultar a los demás consejeros. ¿Recibió instrucciones Armesto de alguna instancia superior? Sea como fuere, la versión del ex presidente, aunque menos endeble que la de Valiente y Ramallo, es, en el mejor de los casos, poco sólida. Lo menos que se le puede achacar a Armesto es negligencia.

El Mundo destaca en portada que Armesto y David Vives mintieron sobre el caso Gescartera. Una investigación en páginas interiores, que firma Casimiro García-Abadillo, director adjunto del diario, suscribe en líneas generales la versión de Valiente y Ramallo. Apoyándose en el testimonio de uno de los asistentes, achaca la no intervención de Gescartera a las supuestas vacilaciones, negligencia y falta de capacidad técnica de David Vives; destacando que el informe que presentó el antiguo responsable de inspección llevaba el subtítulo borrador sujeto a cambios, y que cuando fue preguntado acerca del desfase patrimonial de Gescartera, no pudo asegurar con toda certeza que éste existía. Según El Mundo, otro consejero afirma que en ningún momento se propuso la intervención. La tesis del director adjunto es que toda la responsabilidad recae en Armesto –excluyendo de toda sospecha al Gobierno–, puesto que, conociendo los indicios de delito presentes en Gescartera, no sólo no intervino, sino que la elevó a la categoría de agencia de valores.

Sin embargo, la tesis de El Mundo no contempla la posibilidad de que Armesto pudo verse sometido a presiones políticas. De otro modo, resulta poco creíble que Armesto prevaricara a favor de Gescartera, cuando nada tenía que ganar con ello. Una vez más, la defensa por parte de El Mundo de las tesis gubernamentales se da de bruces con la lógica.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal