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José T. Raga

El presente,condicionante del futuro

La dignidad del hombre, resultado del uso racional de la libertad, está muy por encima de la presunción de cargo, aunque sea éste el de presidente.

Es tanto como decir que el hombre, analizado en cualquier momento de su vida, es el resultado de su propia historia. Quizá, la lamentación que puede oírse con mayor frecuencia es esa de: ¡Ay, si yo hubiera hecho…!

Somos, para bien y para mal, la consecuencia de nuestras actitudes en la vida pasada – próxima o remota – o, dicho de otro modo, cualquier momento vivido, nos ha ofrecido una oportunidad para mejorar o para desmerecer, siendo pocas las oportunidades para enmendar errores.

A día de hoy, el año 2021 ha transcurrido para todos con una misma dimensión temporal; semanas, días, horas… sin embargo, para unos habrá pasado sin pena ni gloria, mientras que para otros estará repleto de acciones que derivaron en bien de los demás y, en el propio; porque, qué mayor bien propio que generar bien para otros.

Hace unas fechas, el presidente Sánchez, manifestó su propósito de hacer un balance – ante los medios, naturalmente – del tiempo transcurrido al frente del gobierno de España. Personalmente, creo que sería más útil para todos, también para usted, si se afanara en presentar una Cuenta de Resultados o, una Cuenta de Pérdidas y Ganancias, como prefiera. Ya sé que el saldo de ésta, aparecería también en una línea del Balance, Activo o Pasivo, pero en ella encontraríamos los detalles que contribuyeron a su resultado.

Haga su cuenta de pérdidas y ganancias y vea el resultado de su gestión, pasando España al decimoséptimo país de la UE según PIB, por mala administración económica; vea usted la deuda pública – superior al 120% del PIB – que, como herencia, deja a los españoles del mañana; no olvide tampoco, que el paro en nuestra España, dobla la tasa media europea.

Quizá contabilice usted en positivo ablandar la enseñanza – pasar de ciclo con suspensos, terminar incluso el Grado universitario con suspensos, si la Junta de Calificación acepta la compensación…– cuando, esa permisividad, es un fraude a la confianza social y a la exigencia del propio alumno; tanto que, en su vida futura, repetirá una y otra vez aquello de: ¡si hubiera estudiado lo que debía… conseguiría este empleo, que ahora me niegan!

Mire el actual enfrentamiento entre los españoles y, cuándo volverá la Paz que, aunque lo ignore, no equivale a ausencia de guerra. Vea, en fin, cómo se ha debilitado su imagen pública por sumisión a aquel pacto, que le aupó a la Presidencia, obligándole a decir hoy, desdiciéndose de lo dicho mañana.

Le aseguro – es opinión personal – que la dignidad del hombre, resultado del uso racional de la libertad, está muy por encima de la presunción de cargo, aunque sea éste el de presidente del gobierno. Pregúntese, quiénes somos en Europa. Ya no somos parte de aquellos encuentros tripartitos, ahora reducidos a Francia e Italia. ¿Recuerda cuando criticaban la reunión de la Azores? Éramos alguien, entre los grandes. ¡Qué lejos queda aquello! Y este presente nos llevará, a usted también, a otro futuro que…

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