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'EL GRAN LIBRO DE LOS HOMBRES'

El Arte de la Masculinidad

Hoy, la cortesía no es simplemente una cualidad deseable, sino un desafío, ante la generalizada exaltación de lo soez. Cada vez que cedemos el asiento a una persona mayor o regalamos flores a una mujer, estamos reafirmando unos valores que vale la pena preservar.

	Hoy, la cortesía no es simplemente una cualidad deseable, sino un desafío, ante la generalizada exaltación de lo soez. Cada vez que cedemos el asiento a una persona mayor o regalamos flores a una mujer, estamos reafirmando unos valores que vale la pena preservar.

Kate y Brett McKay son un matrimonio estadounidense que un día, consternados ante la incapacidad de las generaciones X e Y para "madurar y enfrentarse a responsabilidades adultas", decidieron montar un portal de información por internet que motivara a los pachorros a dejar de serlo: hoy, The Art of Manliness, recibe más de un millón de usuarios únicos al mes. A la vista de tan tremendo éxito, la pareja se decidió a publicar un libro, este libro, sobre eso: el arte de la masculinidad.

No hay que confundir esta iniciativa con un simple recopilatorio de los mejores textos de la web. El gran libro de los hombres tiene una estructura y una continuidad. Brillantemente traducido y adaptado por Ignacio Peyró, redactor jefe de Cultura de La Gaceta, está dividido en ocho grandes secciones: "El caballero", "El amigo", "El amante", "El padre", "El líder", "El héroe", "El aventurero" y "El hombre bueno". Aunque ofrece una serie de claves para la vida, no se le puede calificar como libro de autoayuda; más bien, es una guía de buenas costumbres. Escrito con un estilo amable e irónico, consigue implicar al lector sin tomarse a sí mismo demasiado en serio.

Los McKay hablan de lo que denominan "nueva masculinidad", un concepto que demasiado a menudo sugiere que el hombre ha de ser a la vez grosero y afeminado, reacio a sujetar la puerta a su pareja e incapaz de matar a la díscola araña del cuarto de baño. Por fortuna, en estas páginas encontramos un saludable equilibrio entre el rol masculino tradicional y las exigencias que razonablemente se le hacen al hombre moderno. Aquí se reivindica a la vez la gentileza, la inventiva, la gallardía y que el hombre exprese sus sentimientos e inquietudes... pero, eso sí, sin caer en la blandenguería del ministro llorón: uno tiene que saber cuál es su lugar. Los McKay lo mismo te dicen cómo cambiar un pañal o establecer una relación cercana con un hijo, que te enseñan cómo encender un fuego al aire libre o te ofrecen unas nociones de defensa personal; con una ingenuidad ligeramente excéntrica que hará sonreír al lector.

El gran libro...no es tan exhaustivo como otros clásicos de la etiqueta y el protocolo (el Manual de urbanidad y buenas costumbres de Manuel Antonio Carreño, por ejemplo), pero en cambio está adaptado a los nuevos tiempos y es más práctico. Con tantas posibilidades, es inevitable que se queden algunos temas sin tratar –especialmente llamativa es la ausencia de la gastronomía–, pero ha sido voluntad de los autores el no repetir máximas muy manidas, y que el lector complete información con una visita a The Art of Manliness.

Estamos, en definitiva, ante una obra de consulta que se puede leer de principio a fin pero que se presta igualmente a ser objeto de consulta puntual o esporádica. Gracias a su amenidad, su cuidada edición –con ilustraciones incluidas– y excelentes valores, El gran libro de los hombres será un estupendo regalo navideño, especialmente si el regalado es un poco zanguango. Y es que, como nos recuerdan los McKay, en un mundo donde impera lo ordinario –las sandalias con calcetines, la música en el móvil, Belén Esteban...–, la mejor defensa de un hombre pasa por que jamás deje de perfeccionarse. Estas páginas serán, para muchos, un buen primer paso.

 

KATE Y BRETT McKAY: EL GRAN LIBRO DE LOS HOMBRES. Ciudadela (Madrid), 2010, 312 páginas.

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