
Tremendo escándalo, gran drama, enorme crisis. Unidas Podemos llevará al Congreso la falta de transparencia en el festival de Benidorm. Paro, inflación, pobreza... Nada de eso es tan importante como lo sucedido con las Tanxugueiras, grupo revelación de la música gallega, o con Rigoberta Bandini, que nada más ser proclamada por Irene Montero como su cantante favorita quedó irremediablemente gafada. Así es que el problema de España a estas alturas no es el recibo de la luz ni la hipotética participación en una guerra contra Rusia, sino lo de las gaiteiras y las rigobertas, expresiones pluscuamperfectas, al parecer, de la modernidad. O sea, los coros y danzas mezclados con la música electrónica y una oda a las mamas nutricias que según dicen es la quintaesencia del feminismo empoderado y tal.
El caso es que ha ganado una cantante llamada Chanel Terrero, española de origen cubano criada en Cataluña. Las manadas pijoprogres se han abalanzado en el Twitter de los cojones contra la artista, que además ha tenido la osadía de proclamarse española a pesar de llevar casi toda la vida en Cataluña. Ah, otro fallo del sistema. La canción de Chanel es puro perreo, combina el español con el inglés y es una adaptación al formato eurovisivo de las músicas latinas del extrarradio, nada que ver con el agropop tanxugueiro o con la pretendidamente intelectual propuesta de Bandini.
Braman las izquierdas porque dicen que el tema de Chanel "no les representa", porque querían que en Eurovisión se enteraran de que en España se habla gallego o porque presumen en la frase "no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas" un trasunto de la ideología de género. Y les enerva el "por Miami" de Terreros, esa muesca en una letra que no es menos disparatada que las de sus colegas de festival. Ahí va un apunte:
Make you want more, more, more, more, more
Voy a bajarlo hasta el suelo, lo, lo, lo, lo
If you wish, you could do this dembow
Drives you loco
Take a video, watch it SloMo
Te gusta todo lo que tengo
Te endulzo la cara en jugo de mango,
etc, etc.
Y acusan a RTVE de prácticas poco claras. Qué raro y qué escándalo. Aquí se juega. Se pensaban que mandaba el voto popular (en el que la gaita eléctrica ha arrasado) y se encuentran de bruces con que el "ente" es como el CIS de Tezanos, y que Pérez Tornero hace lo que le sale del sombrero. En esta batalla cultural ha perdido la izquierda a pesar de la incomparecencia de la derecha. Bien por Chanel (yo siempre toy ready) Terreros. Eso sí, España, como siempre, quedará de las últimas en el festival de Eurovisión. Y no será culpa de la cantante seleccionada, sino de la geopolítica.
