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Zoé Valdés

Patria y microchips

Si los cubanos poseyéramos microchips otra fuese la historia, inclusive tal vez hasta fuéramos vistos de otra manera menos despreciativa.

Si los cubanos poseyéramos microchips otra fuese la historia, inclusive tal vez hasta fuéramos vistos de otra manera menos despreciativa.
Nancy Pelosi. | Gtres

Moneda: nuevo dólar taiwanés. Banco Central, el de Taiwán. Bolsa de valores, la de Taiwán. País desarrollado. Inflación: 0,5 en el 2020… Y, ahora viene lo bueno… Industrias principales: productos electrónicos, comunicaciones, tecnología de la información, refinación de petróleo, productos químicos textiles, hierro y acero, maquinaria, cemento, procesamiento de alimentos, vehículos, productos de consumo, productos farmacéuticos, industria naval. Agricultura: arroz, maíz, verduras, frutas, té, cerdos, aves, carnes de res, leche, pescado. Natural: pequeños depósitos de carbón, gas natural, piedra caliza, mármol, y asbesto… Todo eso y más tiene la isla de Taiwán. Además, exporta un 26,3% a China, un 13,7% a Hong Kong, un 12 a China, un 7 a Japón y en el 2016, un 8,8 a la Unión Europea. Se puede dar también el lujo de importar… Eso es Taiwán, como isla, de ahí que en buena medida Nancy Pelosi se haya "arriesgado" a pisar tierra taiwanesa, a recibir galardones inmerecidos, y a tensar una vez más la situación mundial.

Pero, aunque Taiwán posee todo eso, y sobre todo esa posición tan privilegiada dentro del mundo capitalista, que funciona como un país capitalista independiente, sin embargo, no goza de la paz necesaria para seguir en ascenso por causa del gigante comunista chino.

Lo que probablemente menos le importe a Pelosi sea esa falta de paz, así como los productos agrícolas y los naturales taiwaneses. No wayPelosi anda detrás de los microchips. Negocio que le convendría a ella y a los suyos individualmente, sabiendo que le queda poco como presidente de la Cámara de Representantes, y pese a que el esposo de Nancy, Paul Pelosi, se vio envuelto en un escándalo magno con relación a compras de acciones en empresas de microchips, y también su hijo estuvo involucrado en negocios sucios.

De modo que Taiwán, que se sitúa en la séptima posición económica más holgada de Asia, y es la 22 posición más grande del mundo por paridad de poder adquisitivo, resulta incuestionablemente el fabricante de microchips más avanzado tecnológicamente a nivel planetario. De ahí ese interés tan extraordinario de Pelosi por los derechos humanos taiwaneses.

Cuba, otra isla, a noventa millas de Estados Unidos, en verdad no es un país pobre, tal como se ha dicho.

Cuba posee una riqueza agrícola increíble, mermada por la incapacidad del régimen para administrarla, aunque eso sí, mediante sus militares exporta a manos desfondadas al mundo entero, sin que los cubanos vean el provecho de esas exportaciones; esos militares -GAESA mediante- construyen hoteles también a cara de concreto y al descubierto. Cuba posee minerales, níquel y cobalto, tabaco, azúcar, turismo… Pero, he ahí el problema, su economía ha sido regida férreamente bajo un sistema económico socialista que sólo permite que sus líderes manganzones se enriquezcan con su pachanga económica social-comunista, y que el pueblo se empobrezca todavía más.

Eso no lo ignora Pelosi, que ha visitado también a Cuba muy anteriormente para fundirse en sendos abrazos con el criminal Raúl Castro y con su hijo, el Tuerto más asesino que el padre y el tío, y a interesarse sobre todo por otro tipo de exportación, la principal de esa isla hacia Estados Unidos y hacia el mundo en los últimos 63 años: la ideología social-comunismo, la misma que los colocó a ellos (Biden-Harris) en el poder mediante fraude.

Último ejemplo de este intercambio: el profespía Carlos Lazo y su ONG Puentes de Amor, él y su grupito enarbolaban recién en la ciudad del exilio cubano, en Miami, la bandera terrorista del 26 de julio. Y nada pasa, o sí, a pagarle para reprimir a jóvenes cubanos ¿500 ó 1000? ¿A quiénes, a la policía…? No, tampoco nadie lo aclarará… Porque a nadie le importa la libertad de Cuba, ni la de Estados Unidos, ahora más en peligro que nunca…

Por supuesto, mucho menos la de Cuba, porque a diferencia de Taiwán, que yo sepa, Cuba no posee microchips, ni una isla donde se hayan aglomerado los cubanos capitalistas, para que el esposo y el hijo de Pelosi se dediquen a sus negocetes. No, los cubanos sólo se largaron a Miami a convertir una ciudad que era un potrero en lo que es hoy: un emporio del triunfo, del que también se benefician los esbirros castristas bajo distintas máscaras … No, los cubanos esos de bien, se dedican a hablar de libertad y de derechos humanos y de esas cosas tan "triviales", en los Spaces de Twitter… Claro, eso, amigos, para Pelosi y marido no es negocio que les invite a salivar acerca de una riqueza personal todavía más interesante y abultada.

Si los cubanos poseyéramos microchips otra fuese la historia, inclusive tal vez hasta fuéramos vistos de otra manera menos despreciativa… Por el momento, seguimos mendigando internet gratis, y sin esperanzas. Ah, y familias hambrientas con niños ponen el pecho en carreteras habaneras y en pueblos del campo, mientras los artistas del momento se autoexilian para ser recibidos por los socialistas europeos como héroes y líderes del no sé qué y el no sé cuándo, jóvenes cubanos son detenidos y violentados por la policía en el corazón del exilio, no con una rodilla sobre el cuello, no, con dos, a lo George Floyd, sólo para que un payaso desde una silla plástica y una vieja sin emociones, ambos influeheces (gracias, Federico), hablen su mierda y se forren con ello.

Patria y microchips.

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