
Conducir con un remolque exige adaptar la velocidad, las maniobras y la forma de conducir para garantizar la seguridad. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado cuáles son los límites legales de velocidad, las licencias necesarias y las recomendaciones más importantes para manejar este tipo de vehículos, que requieren mayor anticipación y práctica.
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— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 19, 2025
Límites de velocidad con remolque
En autopistas y autovías, los turismos pueden circular a 120 km/h, pero esa velocidad se reduce a 90 km/h cuando llevan un remolque, sea ligero o no. En carreteras convencionales, la velocidad máxima permitida baja de 90 km/h a 80 km/h en el caso de llevar remolque. Estas restricciones responden a la pérdida de estabilidad y al mayor riesgo de accidente que genera la masa adicional.
Frenadas y distancia de seguridad
Un remolque, incluso ligero de hasta 750 kilos, incrementa de forma notable la distancia de frenado. Según la DGT, puede aumentar hasta un 20% respecto a un turismo sin remolque. Por ello, se recomienda reducir la velocidad, dejar mayor distancia de seguridad y no confiar en que los frenos propios de algunos remolques equiparan la respuesta de un vehículo sin carga adicional.
Adelantamientos y viento lateral
Los adelantamientos requieren más tiempo y espacio por la longitud del conjunto y la menor capacidad de aceleración. La DGT aconseja evitar la maniobra si no hay plena seguridad de completarla. Además, cuando el remolque es voluminoso, el viento lateral y el efecto pantalla al rebasar vehículos pesados pueden desestabilizar la trayectoria, aumentando el riesgo de siniestro.
Giros y curvas
Un remolque cargado empuja al vehículo en los giros. Si se llega con exceso de velocidad a una curva, se puede producir una salida de vía o un vuelco. La DGT recuerda la necesidad de abrir ligeramente la trayectoria al girar en intersecciones y glorietas para evitar invadir el carril contrario, además de frenar siempre con el conjunto alineado en descensos.
Marcha atrás y maniobras
Circular marcha atrás con un remolque requiere práctica, ya que responde en sentido contrario al giro del volante. Los especialistas recomiendan ensayar previamente en espacios seguros, iniciar la maniobra con ambos vehículos alineados y retroceder lentamente para evitar golpes o daños en las conexiones.
Dimensiones y visibilidad
Las caravanas y remolques de gran tamaño reducen la visibilidad trasera y lateral del conductor, lo que obliga a instalar retrovisores suplementarios. También es importante comprobar la altura en pasos inferiores o aparcamientos cubiertos y evitar calles estrechas hasta tener experiencia suficiente.
Pendientes y control del conjunto
En subidas, el remolque tira hacia atrás y obliga a usar marchas más cortas para disponer de potencia. En bajadas, se debe recurrir al freno motor y evitar movimientos bruscos: un remolque mal controlado puede adelantar al coche en la pendiente y provocar un accidente.
Distribución de la carga
La estabilidad del conjunto depende de cómo se reparta el peso. Si se concentra demasiado en la parte trasera, la lanza del remolque tiende a levantarse, desestabilizando al coche. En cambio, un exceso de carga en la parte delantera eleva la parte frontal del turismo. La DGT insiste en que la carga debe colocarse sobre los ejes y recuerda que está prohibido llevar pasajeros en remolques o caravanas.
Permisos necesarios
El permiso de conducir B autoriza a llevar turismos con remolques ligeros siempre que el conjunto no supere los 3.500 kilos de masa máxima autorizada. Si se sobrepasa esa cifra, se requiere la autorización B96 o el permiso B+E. Además, la ficha técnica del vehículo indica la masa máxima remolcable, dato fundamental para comprobar qué tipo de remolque puede arrastrarse legalmente.


