Morirse en una ciudad media española cuesta cinco veces el Salario Mínimo Interprofesional

Madrid, Barcelona, Vigo y Mallorca son las ciudades donde morirse resulta más caro. En la capital de España, si no se tiene concertado un seguro de decesos el precio mínimo es de 305.000 pesetas, para un enterramiento con la corona de flores más sencilla. Si se opta por un entierro “con todos los honores”, el coste se dispara hasta las 645.000 pesetas.

Los costes de Madrid y las capitales con mayor población se alejan de los precios por los mismos servicios que rigen en otras ciudades españolas, unas 115.000 pesetas, según un informe de la OCU. Algunos de los informes de asociaciones de consumidores advierten que cuando muere un familiar resulta prácticamente imposible sacar tiempo y ganas para acercarse a más de una funeraria y pedir precios, “y algunas empresas se aprovechan de esto”, denuncia la OCU.

La Unión de Consumidores de España (UCE) también coincide en señalar lo caro que resulta afrontar la muerte de un familiar. Señala que la diferencia de coste entre enterrar a una persona o incinerarla es mínima y califica de “abusivos” los precios de estos servicios.

El servicio más demandado incluye féretro, traslado al cementerio y organización de la capilla ardiente; cuesta entre 190.000 y un millón de pesetas en la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid. Esta cantidad no incluye el enterramiento en sí. Este último concepto supone que el cliente tiene que pagar el nicho o la sepultura, cuyo precio puede alcanzar las 300.000 pesetas. Otro coste que se debe añadir es la estancia o un servicio similar ofrecido por empresas privadas, incluyendo el “velatorio a domicilio”, algo que en la actualidad prácticamente nadie contrata.