L.D. / EFE.-
La reconstrucción de la historia de este padre que se involucró dentro del mundo criminal para descubrir por su cuenta a los asesinos de su hijo fue un proceso que tardó más de dos años porque los autores quisieron obtener no sólo la versión de la familia sino del resto de las personas involucradas, incluidos los acusados del crimen.
Es así como esta historia, dijo Satué, termina siendo la historia no sólo del drama familiar sino la de los presuntos autores y de su entorno, así como de todas las personas que "se han visto conmovidas por la valentía de este padre que decidió esclarecer la muerte de su hijo por su cuenta". "Es por esto que este libro también es una censura a la administración pública que no tuvo la capacidad para resolver el caso por su cuenta", añadió Melchor Miralles.
La reconstrucción de la historia de este padre que se involucró dentro del mundo criminal para descubrir por su cuenta a los asesinos de su hijo fue un proceso que tardó más de dos años porque los autores quisieron obtener no sólo la versión de la familia sino del resto de las personas involucradas, incluidos los acusados del crimen.
Es así como esta historia, dijo Satué, termina siendo la historia no sólo del drama familiar sino la de los presuntos autores y de su entorno, así como de todas las personas que "se han visto conmovidas por la valentía de este padre que decidió esclarecer la muerte de su hijo por su cuenta". "Es por esto que este libro también es una censura a la administración pública que no tuvo la capacidad para resolver el caso por su cuenta", añadió Melchor Miralles.
