L D (Agencias)
Al finalizar la votación, con 151 votos a favor y 165 en contra, representantes de organizaciones feministas, actrices y cantantes comenzaron a abuchear a los diputados del PP. La presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, ordenó el desalojo de la Tribuna y la oposición comenzó a aplaudir a las mujeres que estaban siendo expulsadas de la Cámara.
La secretaria de Igualdad del PSOE, Micaela Navarro, afirmó en su intervención en el Pleno que la violencia doméstica “es un problema de Estado y hay que abordarlo con políticas de Estado desde todos los ámbitos". Cada medida de forma individual nunca tendrá su efectos, por lo que es necesario una ley integral, para coordinar todas los aspectos de la agresión, como la educación, la publicidad, sistemas de ayudas a mujeres o el trabajo, expuso Navarro. El objetivo último es modificar el sistema actual de relaciones entre las personas y éstas y las instituciones.
Por su parte, la portavoz del Grupo Popular María Jesús Sainz dijo que “el Gobierno está dando una respuesta integral a los problemas, y también con políticas concretas contra la violencia". “El PP apoya las medidas que ayudan a acabar con esta lacra social", proclamó la diputada popular. La portavoz del PP argumentó su voto en contra porque lo que recoge el texto del PSOE ya está en los planes del Gobierno, y "no aporta nada". "No vemos ventajas" en la proposición de Ley del PSOE, y habría problemas de competencias con las Comunidades Autónomas.
Falta de resultados
La portavoz de Convergencia i Unió Mercé Pigem reconoció que la violencia doméstica "es una de las prioridades" de la política del Gobierno central, pero apuntó que "los resultados dejan cierta sensación de impotencia". Pigem comentó que después de la denuncia de malos tratos "existe dispersión y desprotección de la víctima", por lo que abogó porque la legislación garantice una mayor protección de la víctima. "No nos gusta la figura de la delegación de Gobierno" en este aspecto, porque considera que es una ingerencia de competencias. Y abogó porque sea el agresor el que abandone el lugar de residencia y no la víctima.
La portavoz de Izquierda Unida Marisa Castro acusó al PP de olvidarse de las víctimas de "terrorismo de género", a pesar de que sí convocan actos de condolencia para las víctimas del terrorismo de ETA. Y se dirigió a las diputadas del PP que iban a votar en contra: "Dudo que se lo puedan explicar a sus hijas". La portavoz del PNV Margarita Uría anunció el voto a favor de la iniciativa y abogó por que la Ley que debería desarrollarse sea abierta y flexible. No obstante, comentó que el texto de la Ley no le gusta, porque se centralizan las competencias y abogó por un mejor reparto, que la proposición no respeta. Cuestionó por qué debe ser la mujer maltratada la que debe abandonar el hogar y no el presunto agresor. Por su parte, Coalición Canaria abogó por dar respuestas más ágiles a las mujeres víctimas y por defender a los menores. Pidió más recursos directos para actividades preventivas y asistenciales.
La secretaria de Igualdad del PSOE, Micaela Navarro, afirmó en su intervención en el Pleno que la violencia doméstica “es un problema de Estado y hay que abordarlo con políticas de Estado desde todos los ámbitos". Cada medida de forma individual nunca tendrá su efectos, por lo que es necesario una ley integral, para coordinar todas los aspectos de la agresión, como la educación, la publicidad, sistemas de ayudas a mujeres o el trabajo, expuso Navarro. El objetivo último es modificar el sistema actual de relaciones entre las personas y éstas y las instituciones.
Por su parte, la portavoz del Grupo Popular María Jesús Sainz dijo que “el Gobierno está dando una respuesta integral a los problemas, y también con políticas concretas contra la violencia". “El PP apoya las medidas que ayudan a acabar con esta lacra social", proclamó la diputada popular. La portavoz del PP argumentó su voto en contra porque lo que recoge el texto del PSOE ya está en los planes del Gobierno, y "no aporta nada". "No vemos ventajas" en la proposición de Ley del PSOE, y habría problemas de competencias con las Comunidades Autónomas.
Falta de resultados
La portavoz de Convergencia i Unió Mercé Pigem reconoció que la violencia doméstica "es una de las prioridades" de la política del Gobierno central, pero apuntó que "los resultados dejan cierta sensación de impotencia". Pigem comentó que después de la denuncia de malos tratos "existe dispersión y desprotección de la víctima", por lo que abogó porque la legislación garantice una mayor protección de la víctima. "No nos gusta la figura de la delegación de Gobierno" en este aspecto, porque considera que es una ingerencia de competencias. Y abogó porque sea el agresor el que abandone el lugar de residencia y no la víctima.
La portavoz de Izquierda Unida Marisa Castro acusó al PP de olvidarse de las víctimas de "terrorismo de género", a pesar de que sí convocan actos de condolencia para las víctimas del terrorismo de ETA. Y se dirigió a las diputadas del PP que iban a votar en contra: "Dudo que se lo puedan explicar a sus hijas". La portavoz del PNV Margarita Uría anunció el voto a favor de la iniciativa y abogó por que la Ley que debería desarrollarse sea abierta y flexible. No obstante, comentó que el texto de la Ley no le gusta, porque se centralizan las competencias y abogó por un mejor reparto, que la proposición no respeta. Cuestionó por qué debe ser la mujer maltratada la que debe abandonar el hogar y no el presunto agresor. Por su parte, Coalición Canaria abogó por dar respuestas más ágiles a las mujeres víctimas y por defender a los menores. Pidió más recursos directos para actividades preventivas y asistenciales.
