L D (EFE)
Editado por Destino, el sello editorial que ha publicado la mayoría de sus obras, "Miguel Delibes-Josep Vergés. Correspondencia (1948-1948)" es el libro que recoge esta relación entre ambos durante todo ese tiempo y cuya revisión ha significado para Delibes, según él mismo explica en una entrevista con Efe, "la reactivación de mi memoria". "A través de las cartas mi pasado de escritor ha discurrido ante mis ojos como dicen que pasa la vida del que va a morir", asegura tajante este académico y autor vallisoletano cuyas obras han crecido en paralelo al desarrollo de este país, como se puede ver en este libro, y un nombre que no ha dejado de sonar en los últimos tiempos para el Nobel de Literatura.
La correspondencia comienza un mes después de que a Miguel Delibes le concedieran en 1947 el Premio Nadal por su obra "La sombra del ciprés es alargada", primera novela de aquel joven y desconocido escritor, catedrático de derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de Valladolid y redactor del periódico "El Norte de Castilla". A partir de ese momento el director de la editorial Destino y Delibes mantendrían una correspondencia que excedía a la mera relación de editor y escritor. "El fue todo. Su grupo editorial me daba confianza y esta confianza se confirmó cuando me dieron el Nadal", precisa el escritor.
Todo lo que se refiere al éxito de las ventas de los libros, al discurrir de su literatura, a su situación familiar y personal está en esta obra, en la que también se recoge la preocupación que tenían ambos por sortear a la censura. Tanto la de los libros como la de prensa. "Mañana -dice Delibes en una de sus cartas- entregaré la novela a censura y creo firmemente que la retendrán muy poco tiempo. Al menos así me lo han prometido aquí personas de influencia en estos asuntos..."
La correspondencia también nos recuerda el ofrecimiento que José Ortega Spottorno le hizo a Miguel Delibes para que dirigiese el diario "El País" en sus orígenes. Un ofrecimiento que el escritor rechazó y una decisión de la que dice no haberse arrepentido. "No me arrepentí nunca. Trasladado a Madrid hubiera perdido las alas. Desde que nací he sido un provinciano nato", reconoce.
Miguel Delibes, uno de los autores más queridos, leídos y vistos a través de las numerosas versiones cinematográficas que se han hecho de sus obras, recalca que en la actualidad no escribe. "Leo más. Las operaciones de cáncer me salvaron la vida pero me la han trastornado. No encontré después al hombre que había sido y que podía seguir mis pasos. Leo sobre todo novelas actuales y decimonónicas, aunque también biografías", concluye.
La correspondencia comienza un mes después de que a Miguel Delibes le concedieran en 1947 el Premio Nadal por su obra "La sombra del ciprés es alargada", primera novela de aquel joven y desconocido escritor, catedrático de derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de Valladolid y redactor del periódico "El Norte de Castilla". A partir de ese momento el director de la editorial Destino y Delibes mantendrían una correspondencia que excedía a la mera relación de editor y escritor. "El fue todo. Su grupo editorial me daba confianza y esta confianza se confirmó cuando me dieron el Nadal", precisa el escritor.
Todo lo que se refiere al éxito de las ventas de los libros, al discurrir de su literatura, a su situación familiar y personal está en esta obra, en la que también se recoge la preocupación que tenían ambos por sortear a la censura. Tanto la de los libros como la de prensa. "Mañana -dice Delibes en una de sus cartas- entregaré la novela a censura y creo firmemente que la retendrán muy poco tiempo. Al menos así me lo han prometido aquí personas de influencia en estos asuntos..."
La correspondencia también nos recuerda el ofrecimiento que José Ortega Spottorno le hizo a Miguel Delibes para que dirigiese el diario "El País" en sus orígenes. Un ofrecimiento que el escritor rechazó y una decisión de la que dice no haberse arrepentido. "No me arrepentí nunca. Trasladado a Madrid hubiera perdido las alas. Desde que nací he sido un provinciano nato", reconoce.
Miguel Delibes, uno de los autores más queridos, leídos y vistos a través de las numerosas versiones cinematográficas que se han hecho de sus obras, recalca que en la actualidad no escribe. "Leo más. Las operaciones de cáncer me salvaron la vida pero me la han trastornado. No encontré después al hombre que había sido y que podía seguir mis pasos. Leo sobre todo novelas actuales y decimonónicas, aunque también biografías", concluye.