L D (EFE) Así se desprende de la declaración de la médico M.A., quien resultó herida a manos de la citada médico residente el pasado día 3 de abril, según fuentes cercanas al procedimiento abierto por estos hechos. La declarante afirmó ante el juez que el tutor de los médicos residentes y el jefe del Servicio de Reumatología mantuvieron el día 31 de marzo una reunión para abordar la extraña conducta de la supuesta agresora.
Según M.A., tras la reunión, el jefe del Servicio de Reumatología habló con Noelia para comentarle la "posibilidad de hacerse una valoración psiquiátrica" y ésta le dijo que le contestaría si "quería hacérsela o no" el viernes día 4 o el lunes 7 de abril. Asimismo, precisó que desde el mes de enero Noelia no hacía bien las historias clínicas de los pacientes, a los que sólo veía "un minuto" y que la presunta agresora empezó a "estar en una actitud de mutismo".
"No se relacionaba con nadie", "hablaba sola" y "tarareaba de forma rara", sobre todo "en las últimas semanas", afirmó la compañera de Noelia, quien aseguró que "dos semanas antes de los hechos" le dijo al tutor de los médicos residentes que "Noelia estaba fatal" y que éste le comentó que "hablaría con ella". La declarante también aseguró que ya el año pasado Noelia mostraba una actitud extraña y que, a pesar de todo "nadie hizo nada".
La médico también relató cómo se sucedieron los acontecimientos el día de la agresión, algo que, según afirmó, "no le pilló de sorpresa" porque "sí se había imaginado que algún día le pudiese pegar". Esa mañana, según recordó, Noelia "estaba especialmente contenta", pero cuando ella y varias compañeras, entre ellas la fallecida Leilah el Oumaari, se encontraban en el control de enfermería, esta última levantó la cabeza "y vio a Noelia mirándola con una mirada aterradora".
Poco después, Noelia se colocó detrás de M.A., se abalanzó sobre ella por la espalda y le rajó el cuello, aunque no sintió el dolor, según las manifestaciones de la herida, quien salió corriendo y fue trasladada a un quirófano. También recordó que ya en febrero del año pasado Noelia, en un curso en Sitges, M.A. le preguntó si iba a hacer guardias de Traumatología, pero la acusada le contestó que "su psiquiatra se lo había prohibido".
Precisamente, y según declaró la propia agresora ante el juez en la unidad del hospital Gregorio Marañón el pasado día 9, Noelia estuvo tomando medicación durante unos meses porque sus padres fueron a hablar con un psiquiatra que se la prescribió. Ese psiquiatra dijo a sus padres que Noelia podía padecer esquizofrenia.
En su testimonio, insistió que había comprado el cuchillo el día anterior "por unos 10 euros" para amenazar a sus compañeros -"lo de pincharles no lo había pensado", dijo-, porque creía que le habían grabado tanto en la calle como en su propia casa. Durante su extensa declaración, De Mingo precisó que el detonante de su acción fue el "cuchicheo" que, según ella, mantenían sus compañeras, aunque no supo concretar si en realidad éstas estaban hablando algo de ella. También afirmó que sentía que le grababan las 24 horas del día e, incluso, llegó a denunciar estos hechos a la Comisaría de Tetuán, pero el mismo día retiró la denuncia porque "no tenía pruebas".
