ABC, en "Rebajas para un asesino", le restriega a Zapatero las actas de ETA en las que "se advertía de la disposición del Ejecutivo a dar medidas de gracia a terroristas (....) sean ciertas o no". Pero no sólo el gobierno se lleva los leñazos, también hay para el Constitucional, que premia "al delincuente habitual y violento (...) beneficia a los terroristas más sanguinarios" y provoca "inseguridad jurídica".
Ignacio Camacho se lía a bofetadas con Rajoy por Camps. "No se sabe" si las listas plagadas de imputados son "para reivindicar su inocencia para aforarlos o para lanzarle un órdago a Rajoy, pero "el resultado de la debilidad de uno y de la osadía de otro es un destrozo moral que avería la credibilidad del PP", dice muy enfadado. "Se puede comprender a Camps... lo que ya se entiende menos es la benevolencia de Rajoy", que "en su calidad de líder tiene la ultima palabra y debía haberla usado para vetar a Camps". "Mala decisión. Para alcanzar el poder a veces hay que utilizar la guillotina sin contemplaciones". No lo leas ABC, Rajoy, sigue con el Marca.
Hablando de Chaves, sin embargo, se les nota cierta malévola satisfacción. Se "desinfla semana a semana", ayer se "acogotó" y "el PSOE tuvo que arroparle con una ovación (...) Con las fuerzas visiblemente debilitadas, se acogió al victimismo". Blanca Torquemada anuncia su defunción. Lo notó en que Bermejo no le aplaudió, "buen conocedor de que esos polvos pueden preludiar los lodos de la dimisión forzosa". En El Mundo, Y Gistau coincide con Torquemada. Chaves está "acabado". El "primer síntoma es que ya solo procurará mover a la compasión usando como escudos humanos a sus hijos". Estuvo "sobreactuado, llorica". Y la ovación también le recordó "la salida a hombros de Bermejo". Malo, malo, malo.
El Mundo habla sobre el charco en el que se ha metido Gallardón él solito sin ayuda de nadie. Después de revolverse contra las pizarras de los restaurantes, ahora le ha dado por querer meter a los mendigos en algún sitio, pero fuera de la calle. Dice Pedro J. que es un "error" y tiene un "tufillo autoritario y populista. Si lo hubiera anunciado Esperanza Aguirre estaríamos ante un escándalo nacional".
El capítulo de ETA es un problema matemático. "Asesinato + asesinato = '¡gudari!". Cuenta que la Guardia Civil se pasó por el forro la orden de Marlaska de no permitir el homenaje al etarra más viejo de prisión (Sagarduy) y que lo que hicieron fue pedir "a las victimas que no provocaran" no les fueran a estropear la fiesta de bienvenida a los amigos del etarra.
El País está muy informativo y poco opinativo sobre el etarra que ha salido de prisión antes de tiempo (Troitiño). Hace un montón de cuentas de años y recita un lío de leyes. "Cumplió ocho años en prisión preventiva –un caso realmente insólito- lo que sumado a los 24 años de cumplimento efectivo rebasa en dos años el máximo de prisión que le correspondería, 30 años". Y todo por 22 asesinatos. Y como no podía ser de otra manera cuenta de quién es la culpa de que el etarra esté en la calle. Es del "magistrado conservador Vicente Conde Martín de Hijas". De los tuyos, viene a decir por si alguien protesta. Sobre el otro, Sagarduy, dice que las víctimas de Alcaraz "no cesaron de insultar a Gatza (es el apodo amistoso) y a los que le apoyaban". Qué mala educación, en un día tan señalado. Estas víctimas... Habría que prohibirles estos actos, molestar a los etarras, dónde se ha visto.
En el editorial le atiza a Mas, que después de armarla con las consultas soberanistas va al Parlamento y vota que quiere seguir en España. Qué caprichoso es este hombre. "Una cosa es levantar un teatro callejero con urnas y papeletas y otra pronunciarse con un voto verdadero dentro de las instituciones", le afea. Y lo adorna con un verso que le ha quedado fetén: "Enciende en las calles las pasiones que luego trata de enfriar en las instituciones": ¿A que mola?
"Sangre y champán", grita La Razón. "La máquina de matar", dice J. M. Zuloaga de Troitiño. "Su apellido es sinónimo de muerte y destrucción". Es el único periódico que apoya a Gallardón en su guerra a los mendigos. "Es más que razonable (...) no se trata de estigmatizarlos", para nada, es por "razones de seguridad, la de ellos la primera", claro, claro. Reyes Monforte no está de acuerdo con su periódico. Gallardón "no ha podido explicarlo con menos tino" y "suena a mala copia de la ley de vagos y maleantes".
Es el día de la República y Público está de fiesta, por eso no les aburro con los artículos de opinión. La celebración no le alcanza a Gallardón, al que atiza por querer "confinar* a los sin techo". En portada nos aclara que confinar significa "desterrar a alguien señalándole una residencia obligatoria". Un detalle que nos ahorre tener que ir al diccionario. También le echa una bronca monumental Casandra por querer "esconder a los desposeídos -que palabra tan bonita, tan socialista, tan obrera- en vez de arreglar la sociedad que los fabrica". Es verdad, mira que no arreglar la sociedad, Gallardón ¿en qué estás perdiendo el tiempo? ¡A arreglar la sociedad, que ya estás tardando! Por cierto que nos informa de la corrupción en Andalucía ... del PP. "El número tres del PP andaluz, en la agenda de Crespo" –el de Gürtel, para los que tengan mala memoria-. Mira tú, y los demás dale que te pego con Chaves. Es que son unos fachas.
La Gaceta también celebra mucho La República aunque de otra manera. Genoveva se duele porque los españoles no hacemos como los italianos que "soportan" la política "como nosotros sufrimos Telecinco, es decir, con cierto asco pero sin tomarla nunca en serio". Y es que "el español no es todo traca, feria y chirigota, también tiene sangre orgullosa (...) sangre y orgullo". Otro que está muy literario. Esto suena más bien a lucha gitana con navajas y eso. Y a Manolo Tena.