¿Que no perjudicaron a nadie? Por supuesto que derogarlos no ha perjudicado a las editoriales que los ha vendido, pero sí a los opositores que los han habrían comprado. ¿Van a devolverles el dinero a esos opositores? Éstos deberían cortarle los huevos al sociólogo (¡Mira que poner un sociólogo en educación! ¿Por qué no un hechicero?) con una guadaña, a lo Fuenteovejuna.
Ya es hora de que se modifique el nivel de exigencia en el profesorado y que está a la altura para la enseñanza en todo el país, de lo contrario seguiremos a la cola en el informe PISA, sólo prima la ideología x comunidad, la segregación de lo diferente, la carencia de valores y la entropía moral de los sindicatos y su clientelismo; mano dura en una reforma q prime el esfuerzo, el talento, el respeto y la meritocracia y sólo así se conseguirá una educación de calidad, sé de buena tinta que el actual sistema sólo persigue la burrocracia del profesorado, + no la calidad, q sean afines ideológicamente a "la nueva pedagogía"y q todo el q se sale del ámbito, es purgado, represaliado y lo peor q los propios interesados miran de perfil xq sólo les interesa lo q ganan, vamos como ministros y sus prebendas!!!! ya es hora de que les llegue lo q les toca; un verdadero cambio en su mentalidad.
Espero que "pase" de esas críticas y que se exija a los futuros profesores una preparación adecuada; muchos han entrado ahí por los dos meses de vacaciones pagadas y les da lo mismo lo que aprendan, o dejen de aprender, los chicos.
Tampoco estaría de más que las oposiciones se hicieran, como en otro tiempo, en Madrid o en Sebastopol; pero, para todos los aspirantes españoles, independientemente del nivel de conocimiento de la lengua del barrio en el que viven o aspiren a trabajar.
Así fue en otro tiempo en que la profesión era, de verdad, digna; en que los enseñantes, enseñaban y se merecían el respeto del alumnado y de todo el sistema educativo.
Ya sabemos que a la izquierda y sus sindicatos, les interesa una plebe de ignorantes, incapaces de pensar por sí mismos ni de sacar conclusiones de cuanto ven y oyen; pero, al país lo que le interesa es formar bien a sus futuros ciudadanos para que sepan algo más que seguir consignas de supuestos salvadores de los pobres o de carroñeros nacionalistas que sólo quieren encumbrar a sus castas locales que suelen ser, además, los más tontos de cada casa "señorial".