Estos son los 10 mitos más extendidos sobre el lavado de la ropa
El desarrollo de los tejidos, los detergentes y las lavadoras ha causado que muchas de las creencias sobre el lavado de la ropa hayan quedado obsoletas.
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Cuanto más detergente, mejor
Uno de los errores más comunes a la hora de lavar la ropa es pensar que, cuánto más detergente se use, más limpia quedará esta. Una cantidad exagerada de detergente aumentará la cantidad de residuos, dañando las fibras textiles y pudiendo incluso irritar la piel. Además, es evidente que, cuanto más se use, más dinero se gastará en comprarlo.
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Hervir la ropa ayudará a eliminar la suciedad
Aunque era una técnica completamente obsoleta, algunas cuentas en redes sociales dedicadas a este sector volvieron a recomendar el hervir las prendas de ropa o las toallas para eliminar la suciedad por completo. Sin embargo, esta práctica puede propiciar la pérdida de color, dañar las costuras y causar la pérdida de la elasticidad.
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Lavar siempre con agua fría
Aunque es cierto que, en la mayoría de los casos, es recomendable lavar la ropa en agua fría, existen determinadas ocasiones en las que incluso puede resultar peligroso. Cuando una persona ha estado enferma de alguna patología contagiosa, se deben lavar las prendas que haya utilizado con agua caliente, para asegurarse de que los virus son eliminados y no se traspasan al resto de prendas.
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Lavar siempre la ropa blanca en agua caliente
Es un hábito muy generalizado el lavar siempre la ropa blanca en agua caliente. Sin embargo, Wendy Saladyga, experta en el cuidado de telas, afirma que nunca se debe dejar de consultar la etiqueta de la ropa, ya que determinados tipos requieren de un lavado en agua fría, independientemente de su color.
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Primero el agua, luego el detergente y luego la ropa
Para la mayoría de las lavadoras, el orden correcto es poner primero el agua, luego el detergente y luego la ropa. Sin embargo, algunas de ellas necesitan cambiar el orden a detergente, ropa y luego agua. Por ello, resulta clave comprobar las instrucciones del fabricante. Si la lavadora cuenta con dispensadores de detergente, suavizante y otros potenciadores, se recomienda utilizarlos, ya que están diseñados para liberar esos productos en el punto óptimo del ciclo de lavado.
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Separar la ropa por color
Este es posiblemente el mito más extendido. Es cierto que, no va a resultar negativo el separar la ropa por color, de hecho, es algo recomendable. Sin embargo, se debe priorizar el tejido de la prenda antes que el color a la hora de decidir la manera para separarlas.
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Los blanqueadores a base de cloro como mejor opción
Este tipo de blanqueadores son muy utilizados para ropa clara; no obstante, además de suponer un impacto muy negativo en el medioambiente, pueden irritar pieles sensibles. En su lugar, hoy en día existen otros blanqueadores más suaves y de acción más lenta. Estos utilizan peróxido de hidrógeno, percarbonato de sodio y/o perborato de sodio, en lugar de cloro, para eliminar las manchas y dar brillo a los blancos de una manera menos dañina.
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Utilizar siempre suavizante
El uso excesivo de suavizante puede dejar residuos químicos en la ropa y en la propia lavadora, afectando el rendimiento de ciertas telas especializadas como los forros polares, las telas elásticas o las ignífugas, que suelen utilizarse en los pijamas para bebés. Por ello, resulta recomendable leer previamente la etiqueta de las prendas.
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La laca elimina las manchas de tinta
Este mito quizás no está tan extendido, pero algunas personas sí creen que los sprays para el pelo pueden eliminar las manchas de tinta. Cierto es que, está científicamente demostrado que el alcohol ayuda a librarse de este tipo de manchas. Sin embargo, en la actualidad este tipo de productos para el pelo no utilizan alcohol, ya que está demostrado que puede perjudicar el pelo.
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La seda y la lana deben lavarse en seco
Mucha gente piensa que las prendas de seda o de lana nunca deben exponerse al agua; sin embargo, esto no es así. Por ejemplo, muchas prendas de estos materiales pueden ser lavadas a mano sin la necesidad de utilizar un programa de lavado en seco; eso sí, se deberá utilizar un detergente especializado para su cuidado.
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