Con la llegada de junio, el jardín entra en una fase crucial. Las temperaturas suben, los días se alargan y muchas plantas encuentran en este mes las condiciones ideales para desarrollarse. Sin embargo, también supone más trabajo: hay que regar con mayor frecuencia, controlar las plagas y asegurarse de que las especies sembradas o plantadas estén bien adaptadas al calor.
Junio es un mes de transición en el que se pueden empezar a plantar cultivos de verano y seguir cosechando lo de primavera. Por ello, aprovechar esta dualidad es clave para mantener el jardín productivo y vistoso durante toda la temporada.
Flores
Para quienes desean un jardín ornamental, junio ofrece múltiples posibilidades. Las petunias, los geranios, los pensamientos de verano, las verbenas y los tagetes encuentran en este mes un entorno perfecto para crecer y florecer.
Estas flores no solo aportan color, sino que son relativamente resistentes a las altas temperaturas. Por ejemplo, los geranios requieren riego moderado y mucho sol, mientras que las verbenas agradecen suelos bien drenados y una poda ligera para estimular la floración continua.
Además, es un buen momento para sembrar zinnias y cosmos directamente en el terreno, ya que germinan rápido con el calor. También se pueden plantar dalias y gladiolos, que florecerán en las próximas semanas si se les da el cuidado necesario.
Hortalizas
En el huerto, junio es sinónimo de expansión. Es un momento excelente para sembrar calabacines, pepinos, lechugas, espinacas de verano y zanahorias. También se pueden plantar pimientos, tomates y berenjenas si no se hizo en mayo.
El tomate, por ejemplo, requiere mucha luz y un buen riego, sin llegar a encharcar. Las tomateras deben ser entutoradas —mediante una estructura que guíe sus tallos—, y conviene eliminar los brotes axilares para concentrar la energía en los frutos.
Respecto a las lechugas, las variedades de verano aguantan mejor el calor, pero es recomendable sembrarlas en semillero o zonas de semisombra. El riego frecuente evitará que se espiguen antes de tiempo.
Aromáticas imprescindibles
Junio también es idóneo para las plantas aromáticas. La albahaca, el orégano, el tomillo, la menta y el romero pueden sembrarse o plantarse ahora y ofrecerán cosechas continuas hasta finales del verano.
Estas especies no solo aromatizan el jardín y la cocina, sino que muchas de ellas tienen propiedades repelentes naturales contra insectos. Además, son fáciles de mantener: necesitan buena exposición al sol y un riego que evite el encharcamiento.
Cuidados esenciales
A pesar del crecimiento vigoroso que se produce en junio, hay que estar atentos a ciertas labores básicas. El riego debe ser más frecuente, pero bien dosificado, preferiblemente a primera hora del día o al atardecer para evitar la evaporación rápida.
También se recomienda acolchar el suelo (con paja, corteza de pino o compost) para conservar la humedad y evitar el crecimiento de malas hierbas.
Por último, es fundamental vigilar la aparición de plagas comunes en esta época, como pulgones, ácaros o mosca blanca, que proliferan con el calor. Cuanto antes se detecten, más fácil será controlarlas sin dañar el resto del ecosistema del jardín.