¿Cuáles son las frutas con más colágeno para ayudar a tu piel?

El colágeno es la proteína presente en mayor cantidad en el cuerpo humano, tanto que aproximadamente representa el 30% del total, además es la responsable de mantener la piel firme y flexible al mismo tiempo que garantiza la salud de músculos, huesos y tendones. No obstante, a pesar de sus muchos beneficios para la salud, a medida que se envejece se va produciendo cada vez menos colágeno, por ello encontrar formas alternativas para conseguir un aporte de esta proteína resulta esencial si se quiere garantizar una piel más firme y hermosa.

La importancia del colágeno radica en que desempeña un papel crucial en la estructura y función de diversos tejidos, como la piel, los cartílagos, los huesos, los tendones y los tejidos conectivos. El colágeno es el responsable de la elasticidad de estos tejidos y el organismo lo produce de forma natural, la mala noticia es que partir de los 25 años, su producción comienza a disminuir, lo que lleva a los primeros signos de envejecimiento, hasta llegar con 60 años a tener la mitad del máximo nivel alcanzado a los 20.

No obstante, la alimentación es clave para un buen aporte de colágeno al cuerpo. Por ello, aunque el colágeno en sí mismo no se encuentra directamente en las frutas, ciertos tipos de frutas pueden promover la síntesis de colágeno en el cuerpo gracias a su alto contenido de vitaminas y antioxidantes. Por ejemplo, las frutas que más colágeno aportan son los frutos rojos y azules, que destacan por ser ricos en este componente y atrasar el envejecimiento. Estas frutas incluyen fresas, arándanos, frambuesas, moras, cerezas, entre otros, y se han asociado a una amplia gama de beneficios para la salud. Uno de los principales atributos de los frutos rojos y azules es su alto contenido de antioxidantes, especialmente antocianinas, que les confieren su característico color y que son conocidas por su capacidad para combatir el estrés oxidativo y reducir la inflamación en el cuerpo. La importancia de esto radica en que el estrés oxidativo y la inflamación crónica están implicados en el desarrollo de numerosas enfermedades, incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.

Entonces, para ayudar al organismo a generar el colágeno necesario y reducir la pérdida a causa de la edad es importante incluir en la alimentación alimentos que aporten proteínas completas (con todos los aminoácidos esenciales) o que ayuden a generar colágeno como la vitamina C. Los aminoácidos procedentes de la dieta llegan hasta el hígado y este los libera cuando las células los necesitan para producir hormonas, enzimas para funciones concretas, anticuerpos o también colágeno.

Los mejores aliados en la lucha antienvejecimiento

Las frutas en general son grandes aliados en el proceso de retrasar lo más posible el envejecimiento interno y externo, pero hay una variedad aún más eficaz: los frutos rojos y azules. Son excelentes para activar la producción de colágeno, pero dentro de ellos, los mejores son los azules.

Por algo están en un lugar privilegiado de cualquier pirámide alimentaria: incluyen moras azules, arándanos y zarzamoras, ricos en vitamina E y antioxidantes como el lipoceno, que contribuyen significativamente a la formación de colágeno. La vitamina E, con su poder antioxidante, protege el tejido corporal y renueva las células, combatiendo los radicales libres que dañan la piel.

Frutas con más colágeno

Las frutas no son alimentos que, como tal, contengan colágeno, una proteína que se encuentra presente en productos de origen animal como el huevo, el pescado, el pollo, la carne o el cerdo así como en algunas semillas y nueces. A pesar de ello los frutos son esenciales para aumentar y favorecer la producción de colágeno, por lo que deben incluirse en la dieta diaria si se quiere mantener en niveles adecuados la producción de esta proteína. Por si fuera poco estos ingredientes aportan también nutrientes y antioxidantes que ayudarán a lucir una piel saludable y hermosa a pesar del paso del tiempo.

• Cítricos (naranjas, limones, limas, pomelos): Los cítricos son ricos en vitamina C, un antioxidante clave que desempeña un papel esencial en la síntesis de colágeno. La vitamina C ayuda a enlazar las fibras de colágeno, fortaleciendo la estructura de la piel, los huesos y los tejidos conectivos.
• Naranjas: Las naranjas son una gran fuente de vitaminas, sobre todo vitamina C, por lo que se trata de otro agente antienvejecimiento de gran importancia. Por tanto, una gran opción para mantener un nivel de colágeno óptimo puede ser tomar por las mañanas un vaso de zumo de naranja, aunque es preferible comerlas enteras.
• Limón: El limón es una fruta repleta de vitamina C que actúa como un antioxidante natural. Los limones contribuyen en la producción de colágeno y, por tanto, hace que la piel se vea más tersa y rejuvenecida.
• Bayas (fresas, moras, arándanos, frambuesas): Las bayas están cargadas de antioxidantes, incluida la vitamina C, que no solo promueve la producción de colágeno sino que también protege la piel del daño oxidativo que puede degradar el colágeno existente. Es una fruta que contiene vitamina C y E, además de ácido fólico y potasio, por lo que es un alimento con grandes propiedades regenedoras. Esto hace, no solo que se tenga una piel lisa y suave, sino que ayuda a desvanecer las pequeñas arrugas y líneas de expresión. Además de antioxidantes y vitaminas, los frutos rojos y azules son una fuente importante de fibra. La fibra es esencial para el buen funcionamiento del sistema digestivo, ayudando a prevenir el estreñimiento y a mantener un peso corporal saludable. Al aumentar la sensación de saciedad y retrasar la liberación de azúcar en el torrente sanguíneo, la fibra también puede contribuir a la regulación de los niveles de glucosa y a la salud cardiovascular.
• Mango: Esta fruta tropical contiene un alto contenido en vitamina C, además de vitamina A y otros ácidos esenciales para el organismo. Esto genera que sea una gran fuente de antioxidantes y, por tanto, ayude a que el cuerpo genere una mayor cantidad de colágeno.
• Kiwi: El kiwi es otra fruta con alto contenido de vitamina C, que ayuda a estimular la producción de colágeno. Además, contiene varios antioxidantes que pueden proteger la piel contra el envejecimiento prematuro. Por tanto, es una de las frutas que más ayuda a mantener una piel sana y cuidada y que, además, estimula la fabricación natural de colágeno del cuerpo.
• Piña: La piña contiene vitamina C y además es rica en bromelina, una enzima que puede ayudar en la curación de heridas y la reducción de inflamación, lo que indirectamente puede favorecer la salud del colágeno en el cuerpo.
• Papaya: La papaya es una excelente fuente de vitamina C y contiene una enzima llamada papaína, que además de sus propiedades digestivas, puede ayudar en la eliminación de células muertas de la piel y promover la elasticidad de la piel. Además contiene vitamina A y enzimas proteolíticas que favorecen la síntesis de colágeno. Estos nutrientes ayudan a mantener la piel firme, suave y con un aspecto juvenil.
• Sandía: La sandía es una fruta cuya composición se basa en un 90% agua, lo que ayuda a mantener hidratado el cuerpo, y eso hace que esta fruta sea una de las mejores para darle un aspecto joven y cuidado a la piel. Asimismo, esta fruta ayuda a estimular la producción de colágeno y tejido conectivo, por lo que mejora la regeneración de la piel.
• Guayaba: Las guayabas son una excelente fuente de vitamina C y antioxidantes, que son esenciales para proteger el colágeno de la piel y prevenir su degradación prematura. También contienen licopeno, un poderoso antioxidante que ayuda a mantener una piel saludable y protegida contra los daños ambientales.

Los otros múltiples beneficios de unos frutos "mágicos"

Los frutos rojos y azules, aparte de su papel en la producción de colágeno, ofrecen una gama de beneficios para la salud, respaldados por diversos estudios científicos:

• Tienen propiedades anticancerígenas
• Efecto en la salud cardiovascular
• Prevención de enfermedades crónicas
• Disminución de factores de riesgo en el síndrome metabólico
• Efectos antiinflamatorios