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Grandes mitos para aliviar el calor que te harán sudar aún más

En determinadas ocasiones, buscar desesperadamente el frío podría provocar un ascenso de la temperatura corporal.

En determinadas ocasiones, buscar desesperadamente el frío podría provocar un ascenso de la temperatura corporal.
En verano las temperaturas suelen ser muy altas | LD/Agencias

El verano está muy cerca y, consecuentemente, las temperaturas se van volviendo más altas cada día que pasa. Ante estas situaciones, quienes no pueden disfrutar de manera diaria de una piscina o de la playa, buscan desesperadamente soluciones caseras para luchar contra el calor. Sin embargo, existen muchos mitos alrededor de este tema y algunos de estos "trucos", lejos de ayudar, pueden resultar contraproducentes.

Líquidos muy fríos y alcohol

Una de las cosas que más puede apetecer es tomar alguna bebida lo más fría posible; sin embargo, esto no es lo más aconsejable. El cuerpo humano necesita mantenerse a una temperatura alrededor de los 37 grados para su correcto funcionamiento. Por ello, si se consume una bebida demasiado fría, se producirá un brusco descenso de la temperatura del organismo. En consecuencia, este tendrá que trabajar en mayor medida para lograr regresar a esos 37 grados, propiciando el gasto de las reservas energéticas y haciendo que la sensación de calor aumente.

En este sentido, una de las bebidas que pueden resultar más atractivas en época estival son la cerveza o el tinto de verano; no obstante, son muy desaconsejables. Además de deshidratar, las bebidas alcohólicas propician la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que provoca un aumento de la temperatura corporal.

Ducharse con agua extremadamente fría

Otro hábito incorrecto muy extendido en verano es exponerse a duchas de agua helada que producen una sensación instantánea de frío. No obstante, esto a su vez provoca un choque térmico en el cuerpo, que hará que este reaccione tratando de generar calor para compensar. Por ello, lo más recomendable es tomar duchas de agua tibia o fresca.

Uso del ventilador en habitaciones muy calientes

En una habitación que se encuentre a una temperatura muy elevada, superior a los 35 grados, el uso del ventilador puede llegar a provocar el efecto contrario al que se busca. Estos aparatos carecen de potencia frigorífica y simplemente se encargan de mover el aire de lugar, lo que genera una falsa sensación de frescor, aunque realmente los grados sean los mismos.

En cambio, un uso realmente útil para el ventilador sería colocarlo junto a una ventana abierta, para que transmitiese hacia la habitación el aire de fuera. Esto solo sirve cuando el aire del exterior es más fresco que el de dentro de la casa, algo que no resulta del todo común durante el verano.

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