
Los picores nocturnos, también conocido como prurito o comezón nocturna se producen durante la noche, cuando la persona duerme, o lo intenta. En ocasiones no dejan dormir ya que, si el picor es persistente o intenso, perturba el sueño, causando tanto dificultad para conciliarlo como despertarse durante la noche. Todo ello se traduce en un sueño de peor calidad y muchas consecuencias durante el día: cansancio, dificultad para concentrarse, irritabilidad...
Pero, ¿En qué consiste esa sensación de picazón en el cuerpo? Es una sensación de irritación en la superficie de la piel que lleva al deseo ineludible de rascarse. Se trata de una afección habitual que puede darse a cualquier edad, pero que es frecuente en las personas mayores. Dentro de estos picores, el picor en la espalda durante la noche o los picores en brazos, piernas o manos, son especialmente frecuentes. De hecho, el 33% de las personas que sufren picazón en el cuerpo lo hacen de manera nocturna.
Tipos comunes de picor en la piel
- Sensación persistente de ardor: A menudo descrito como una quemazón, este síntoma puede variar en intensidad y localización.
- Sensación de hormigueo: Una sensación de picazón que recuerda a pequeñas "agujas y alfileres" picando la piel.
- Irritabilidad cutánea: Una molestia generalizada en áreas específicas o en todo el cuerpo que impulsa al rascado.
- Desconfort aumentado durante la noche: Aunque se pueda sentir picor a lo largo del día, este síntoma se intensifica al anochecer y durante las horas de sueño.
Causas de los picores nocturnos
- Tener la piel seca o xerosis: La piel tiende a perder más humedad por la noche, lo que puede llevar a sequedad y picazón. Esto puede ser especialmente notorio en ambientes con aire seco o durante los meses de invierno.
- Condiciones de la piel: Ciertas afecciones cutáneas, como el eczema, la psoriasis o la urticaria, pueden empeorar durante la noche debido a diversos factores, incluyendo los cambios en la temperatura corporal y en los niveles de ciertas sustancias químicas en el cuerpo.
- Sufrir alguna infección cutánea de origen fúngico.
- Infecciones parasitarias como la sarna.
- Padecer urticaria por algún tipo de reacción a productos químicos, fármacos o afecciones.
- Tener dermatitis atópica.
- Reacciones alérgicas: La ropa de cama y los pijamas pueden contener alérgenos (como ácaros del polvo, detergentes, telas) que causan picor. Además, si la piel es sensible a ciertos tejidos o productos de lavandería, se podría experimentar más picazón durante la noche.
- Cambios de temperatura ambiental que pueden provocar sequedad en la piel y dar lugar a picores nocturnos.
- Ciclo circadiano: El cuerpo sigue un ciclo circadiano de 24 horas que afecta varias funciones, incluyendo la temperatura de la piel y la liberación de ciertas sustancias químicas. Por la noche, la temperatura de la piel puede aumentar ligeramente, lo que puede aumentar la percepción del picor. Además, de acuerdo con el ritmo circadiano, el cuerpo libera ciertas sustancias a lo largo del día de forma desigual. Por la noche, libera más citoquinas, que pueden intensificar la inflamación, pero menos hormonas como los corticosteroides, que disminuyen la inflamación.
- Menor distracción: Durante el día, normalmente uno está ocupado con diversas actividades que pueden ayudar a distraer de sensaciones leves como el picor. Por la noche, cuando uno se relaja para dormir y hay menos distracciones, es posible que uno sea más consciente de estas sensaciones. Es decir, la propia mente puede ser la causa del picor en la piel.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que incluyen picor en la piel.
- Picaduras de insectos.
- La irritación provocada por la exposición prolongada de la piel al sol.
- Rozaduras provocadas por el uso de prendas de vestir, como jerseys de lana; o por la acumulación del sudor y el roce de las prendas de deporte a la hora de realizar ejercicio físico.
- Quemaduras o cicatrices presentes en la piel.
- Padecer algún tipo de trastorno neurológico como los nervios pinzados o culebrillas, pero también otros problemas como la esclerosis múltiple.
- Trastornos sistémicos internos como enfermedades renales, linfomas o problemas de tiroides.
- Trastornos psicológicos como la ansiedad o la depresión.
Nutrición y picor en el cuerpo: ¿Hay una conexión?
El cuerpo y la piel reflejan lo que se come, por ello, una nutrición adecuada no solo es esencial para la salud en general, sino también para la salud y apariencia de la piel. La conexión entre la nutrición y la salud de la piel se ha investigado durante años, y hay evidencia de que ciertos nutrientes pueden mejorar la barrera cutánea, reducir la inflamación y promover una piel saludable.
- Vitaminas liposolubles: Las vitaminas A, D, E y K son liposolubles y desempeñan papeles fundamentales en la salud de la piel. Por ejemplo, la vitamina E es un potente antioxidante que protege la piel de los daños causados por los radicales libres. Una deficiencia de estas vitaminas puede manifestarse en la piel, causando sequedad, picor e incluso eczema.
- Ácidos grasos esenciales: Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son vitales para la salud de la piel. Estos ácidos grasos ayudan a mantener la función de barrera de la piel, reduciendo la pérdida de agua y manteniendo la piel hidratada. Una dieta deficiente en estos ácidos grasos puede conducir a una piel seca y escamosa, lo que puede agravar la picazón.
En cuanto a la última comida del día, algunos alimentos pueden desencadenar o agravar el picor. Por ejemplo, alimentos picantes, cítricos o aquellos a los que uno puede ser alérgico. Es esencial prestar atención a cómo reacciona el cuerpo después de consumir ciertos alimentos, especialmente si se nota un aumento del picor por la noche. Respecto a la diabetes, esta enfermedad puede causar una serie de problemas cutáneos debido a los cambios en la circulación y la función de la barrera de la piel. Aunque el picor no es un síntoma específico de diabetes, una piel seca y con picazón puede ser un indicador de niveles elevados de glucosa en sangre.
¿Cómo aliviar los picores nocturnos?
Existen diferentes pasos que pueden ayudar a aliviar ese picor en el cuerpo que tanto molesta al dormir. Las medidas a tomar dependen en gran parte de las causas de los picores.
- Ducharse antes de acostarse: Lo mejor es darse una ducha rápida con agua tibia usando un producto de lavado específico para atenuar la comezón nocturna: un jabón supergraso, un syndet o un aceite limpiador calmante. Hay que aclarar bien la piel, secarla con delicadeza efectuando toquecitos con una toalla suave de algodón y aplicar generosamente una crema anti-picor.
- En caso de piel seca, es mejor optar por jabones con un pH que se adapte a la dermis de cada uno. Además, es conveniente no excederse con los baños y las duchas. Lavarse las manos de manera compulsiva tampoco ayuda.
- Hidratar y proteger la piel: Utilizar cremas hidratantes que prevengan la sequedad excesiva y que al mismo tiempo hagan frente a los agentes externos que pueden irritarla y causar picores.
- Cuidar las prendas con las que se duerme y el entorno: Es conveniente utilizar pijamas holgados de algodón descartando los de lana, fibras sintéticas o franela. Lo mismo vale para la ropa de cama. La habitación en la que se duerme debe estar a una temperatura agradable sin exceso de calor o frío para evitar la sudoración excesiva o que se reseque la piel, además, es importante humedecer el ambiente con la ayuda de un humidificador para mantener la humedad apropiada. Además, es importante elegir una ropa de cama adaptada a la piel sensible y con tendencia al prurito nocturno: optar por materiales naturales, suaves y cómodos como el algodón, el lino o la seda. Estos materiales tienen la ventaja de dejar que la piel respire. Lo mismo ocurre con la ropa interior y el pijama.
- Evitar calentar demasiado la habitación, ya que esto favorece la transpiración y, por ende, el prurito nocturno. Un aire demasiado seco también puede resecar la piel y aumentar el riesgo de comezón. Puede resultar útil usar un humidificador en el dormitorio.
- Prestar atención a la alimentación y especialmente a la ingesta de alimentos durante la cena es crucial. Comer ligero evitando las grasas y alimentos alergénicos ayudará a aliviar los síntomas de la picazón.
- No rascarse nunca: Esto puede ofrecer un alivio momentáneo de los síntomas pero no los hace desaparecer y puede empeorar la situación. Si el picor es realmente molesto, se puede aplicar frío por ejemplo con un gel helado de aloe vera.

