
España registró 129.808 nacimientos entre enero y mayo de 2025, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque la cifra representa un leve repunte de 550 nacimientos más que en el mismo periodo de 2024, el volumen de alumbramientos se mantiene en niveles históricamente bajos, con más de 41.000 nacimientos menos que hace diez años.
Caída sostenida desde 2015
Los datos confirman que la natalidad no consigue remontar tras una década de descenso continuo. En los primeros cinco meses de 2015 nacieron 170.971 niños, frente a los 129.808 de 2025, lo que supone una reducción acumulada del 24,1%. Este retroceso estructural se ha agravado en los últimos cinco años, especialmente tras el parón de la pandemia y el posterior impacto económico y social.
La evolución del número de nacimientos en el mismo periodo del año muestra una tendencia clara:
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2025: 129.808 nacimientos.
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2024: 129.258 nacimientos.
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2023: 128.708 nacimientos.
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2022: 132.327 nacimientos.
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2021: 132.266 nacimientos.
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2020: 142.486 nacimientos.
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2019: 146.783 nacimientos.
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2018: 150.820 nacimientos.
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2015: 170.971 nacimientos.
Repunte puntual entre las menores de 25 años
Uno de los datos más destacados del último informe es el cambio puntual en la distribución por edad de las madres. Por primera vez desde septiembre de 2024, en mayo nacieron más niños de madres menores de 25 años que de mujeres mayores de 40: 2.561 frente a 2.526. Aunque la diferencia es pequeña, invierte una tendencia consolidada en los últimos años, marcada por el retraso generalizado de la maternidad.
Pese a este dato aislado, el perfil de madre en España sigue siendo cada vez más tardío. La edad media de maternidad supera ya los 32 años, y el grupo de madres mayores de 40 continúa siendo numéricamente más relevante en el conjunto del año.
Más defunciones que nacimientos
Al mismo tiempo, el país mantiene una brecha demográfica negativa: se registran muchas más muertes que nacimientos. Hasta mayo de 2025, el número de defunciones fue de 193.253, frente a los 129.808 nacimientos, lo que arroja un saldo vegetativo negativo de más de 63.000 personas solo en los cinco primeros meses del año.
Esa diferencia se ha mantenido constante desde la pandemia, con cifras similares en 2024 (192.158 muertes) y 2023 (191.786). De este modo, el crecimiento natural de la población española sigue dependiendo de la inmigración, mientras el descenso de la natalidad pone en cuestión la sostenibilidad a medio plazo del sistema demográfico y social.
