Consejos para viajar con tu mascota sin contratiempos

La gente que tiene mascotas en casa ansía igual que los demás irse de vacaciones, sobre todo cuando llega el verano, pero puede suponer un problema a la hora de ¿Qué hacer con el perro o el gato? Cualquier mascota sirve como ejemplo. Muchas veces está la opción de dejarlo con algún familiar o amigo pero, ¿Qué pasa cuando lo quieres llevar contigo?

Lo primero que hay que hacer siempre antes de viajar es valorar si realmente van a disfrutar de la experiencia. Esto es porque cada animal tiene una edad, un tamaño y un carácter diferente y no todos pueden ir a todos los lugares. Además hay que tener en cuenta que cuando llevas al perro de viaje todo deberá estar adaptado a él. No es lo mismo viajar sin que con perro. Por supuesto, hay destinos en los que el perro será más que bienvenido y en otros que realmente será una pesadilla.

Tener en cuenta si será una buena experiencia para el perro. Nadie mejor que su dueño a cada perro y sabe dónde se encuentra bien y donde no. Si por ejemplo, va a ser un viaje de caminar mucho y al perro no le va demasiado bien moverse tanto o si va a estar mucha parte del viaje solo, porque no puede acompañar a las actividades o no se le va a poder dedicar toda la atención.

¿El perro está acostumbrado a viajar? No solamente al hecho de viajar en coche, tren o cualquier medio de transporte sino los cambios de rutina, a adaptarse a la circunstancia (restaurante, quedarse solo en el apartamento, estar activo más horas, convivir con personas/perros desconocidos). Es importante que los perros se acostumbren a estar en lugares que no conocen, y sobre todo que aprendan a descansar en esos lugares. Así que, antes de pensar en hacer un super-viaje con el perro, hay que empezar por hacer viajes de un día, fin de semana a lugares cerca de casa. De manera, que en cualquier momento uno pueda irse a casa sin mayores consecuencias.

¿Qué hacer antes de viajar con animales?

• Chequeo veterinario antes de viajar. Antes de comenzar el viaje, hay que asegurarse de que la mascota esté en buena salud y tenga las vacunas necesarias. Si no se tiene un transportín hay que asegurarse de obtener una que sea lo suficientemente grande para que se sienta cómoda y segura. Además, es importante hacerla lo más cómoda posible con una almohada o manta suave, juguetes y agua.

• Adecuar el destino del viaje al perro. Es importante que el destino tenga lugares en los que el perro pueda descansar, y también divertirse. Es decir, que haya zonas en las que pueda correr y descubrir olores nuevos. La combinación ideal sería: naturaleza + turismo. El motivo es que así el perro estará tranquilo y será estimulante para él pasear por una ciudad nueva siempre que haya tenido sus necesidades cubiertas.
• Planificar bien donde va a dormir el perro. El alojamiento es algo muy importante que tendrá que estar resuelto antes de salir de casa. También se puede ir a la aventura con una tienda de campaña y así pudiendo dormir en cualquier lugar. Sin embargo, si se escoge hotel donde dejen tener animales es importante que antes de entrar al hotel se haga un buen paseo para que no entre nervioso.

• Planificar que va a comer el perro durante el viaje. En este punto hay tantas respuestas como perros en la sala. Primero, si el perro tiene problemas intestinales o es muy sensible a los cambios de alimentación, lo mejor es cargar con su alimentación habitual o informarse donde se puede comprar en el lugar de destino.

• Llevar un botiquín canino. Es sólo para salir del paso hasta que se llegue al veterinario más cercano. Lo ideal es llevar solo lo imprescindible como pinzas, tijeras o termómetro. También sería importante algún material de cura de heridas como gasas estériles, venda de gasa y elástica, esparadrapo, algodón en tira y guantes estériles. Por supuesto, no debe faltar algún desinfectante como pueden ser alcohol, agua oxigenada, jabón o clorhexidina.
• El transportín. Si el perro va a tener que estar solo en algún momento es vital que esté en un lugar en el que se sienta cómodo y familiar. Si el animal está familiarizado con el transportín, este servirá para tener un lugar donde dejar al perro descansar.
• Planificar las actividades durante la estancia. Hay que intentar encontrar el equilibrio entre Actividad-Juego- Descanso. Es muy importante que sea el plan que sea tenga sus momentos de descanso. Además, hay que intentar que las actividades sean divertidas para ambos. Está claro que el perro disfruta paseando por una ciudad nueva, pero si en ese paseo entra visitar un parque, bosque mucho mejor.

Hay que tener en cuenta el medio de transporte

Antes de planificar el viaje hay que tener en cuenta que el animal debe estar cómodo durante el trayecto, sin embargo, desgraciadamente el transporte de animales y personas es algo que no está del todo conciliado y muchas veces no se les trata con la delicadeza que se debería según el medio de transporte que se utilice:

1. Bus: algunas compañías cobran un extra por transportar animales y suelen exigir que se lleve en un compartimento ventilado, resistente e impermeable. También recomiendan sedarlos, sobre todo si se estresan con facilidad (estarán en un espacio estrecho y oscuro).
2. Avión: en este medio el trámite es más largo. En primer lugar, se necesita mostrar su cartilla de vacunación y certificados en caso de que el animal tenga algún tipo de finalidad terapéutica. Aparte, habrá que consultar las condiciones de la aerolínea en particular.
3. Barco: es una situación similar a la del avión, cada compañía tiene sus restricciones particulares. Aunque es cierto que las condiciones de viaje son algo mejores, pues algunas cuentan con espacios amplios muy ventilados para que la mascota respire bien y no se agobie. Algunas compañías permiten incluso que el animal esté contigo en cubierta.
4. Coche: sin duda es la mejor opción y la más segura para controlar mejor a la mascota. Aunque sea obligatorio que vaya en transportín, uno se puede asegurar de que el animal esté cómodo en todo momento, no estará encerrado en una bodega ni agobiado por estar solo. Hay que procurar, eso sí, su seguridad y la de los viajeros para que todo vaya de lujo.