¿Cuáles son las mejores y peores posturas para dormir según la ciencia?

La elección de la postura para dormir puede tener un impacto significativo en la calidad del descanso y la salud en general. Aunque a la hora de la verdad cada uno escoge la que más cómoda le parece, existen ciertas posturas que se consideran mejores o peores en términos de su impacto en el cuerpo.

Además, es importante tener en cuenta que la elección de la mejor postura para dormir también puede depender de ciertas condiciones médicas o dolencias específicas. Por ejemplo, las personas con reflujo ácido pueden beneficiarse de dormir ligeramente inclinadas con la ayuda de almohadas adicionales. Aquellos que sufren de dolor crónico de espalda pueden encontrar alivio durmiendo con las rodillas dobladas y colocando una almohada debajo de ellas.

Por ello, hay que destacar que uno de los factores mas determinantes a la hora de conseguir un descanso placido que permita recargar energía para enfrentar un nuevo día es sin duda escoger la postura que mejor se amolde al cuerpo y haga despertar renovado y enérgico.

¿Cuál es la mejor y la peor postura para dormir?

La mejor postura para dormir es la postura de dormir de lado izquierdo. Según la ciencia, el lado izquierdo es el más beneficioso a la hora de dormir. Acorde a un estudio publicado en la revista 'The Journal of Neuroscience' esta postura es beneficiosa para el cerebro y evita, entre otras cosas, problemas de reflujo.

El motivo es que esta postura es beneficiosa porque ayuda a mantener una alineación neutral de la columna vertebral, lo que puede reducir la tensión y el dolor en el cuello y la espalda. Además, dormir de lado ayuda a prevenir los ronquidos y puede ser beneficioso para las personas que sufren de apnea del sueño. Para obtener el máximo beneficio de esta postura, es importante asegurarse de que la cabeza y el cuello estén alineados con la columna vertebral y colocar una almohada adecuada para mantener una alineación correcta.

Aquella postura que menos se recomienda es la de boca abajo ya que la espalda, al no estar apoyada, no queda tan estabilizada como debiera. El motivo es que dormir boca abajo puede ser perjudicial para la columna vertebral, ya que puede torcer el cuello y causar tensión en la espalda. Además, esta postura puede dificultar la respiración, ya que la cabeza y el cuello están girados hacia un lado. Dormir boca abajo también puede contribuir a la formación de arrugas faciales debido a la presión constante en la cara. Si no se puede evitar dormir boca abajo, es importante considerar cambiar gradualmente a una postura de lado para mejorar la salud y calidad de sueño.

En el caso de dormir boca arriba, la columna vertebral ya se encuentra totalmente apoyada, lo que favorece en gran medida esa estabilización que se busca. Aun así, para evitar posibles problemas en la cadena muscular posterior, lo ideal es colocar una almohada debajo de las rodillas para que estén ligeramente flexionadas.

Beneficios de un buen descanso

La necesidad de dormir bien es fundamental en el día a día y la postura que se adopta para dormir influye mucho en cómo uno se siente al levantarse, descansado o con dolor en alguna zona, en ese momento nada más levantar, en el trabajo o al volver a casa. Por ello, hay que darle importancia al descanso y hacerlo de manera saludable para evitar futuras lesiones. Esas malas posturas que se adoptan a la hora de dormir repercuten de manera negativa en la salud.

Cuando se habla de ergonomía postural durante el sueño, se está refiriendo a la necesidad de tomar una postura saludable cuando se duerme. Es verdad que corregir la postura para dormir de una persona que lleva tanto tiempo adoptando es difícil de cambiar, aún así se pueden buscar cosas para mejorar esa posición y de esa manera mejorar la calidad de sueño y descanso. Todo esto es importante ya que según la Sociedad Española de Neurologias (SEN), entre un 25-35% de la población adulta sufre insomnio transitorio y un 10% sufre de insomnio crónico, lo que se traduce en 4 millones de españoles.