El plátano es una fruta tropical ampliamente consumida en todo el mundo. Aporta una gran variedad de nutrientes esenciales que benefician la salud; sobre todo, destaca por ser una gran fuente de potasio, vitamina B6 y fibra. Su sabor naturalmente dulce lo convierte en uno de los postres favoritos tanto en niños como en adultos. Sin embargo, no todo es positivo, este producto tiene muy poco margen de tiempo para ser consumido, ya que apenas dura una semana en la nevera.
Un estudio, publicado por la revista The Optimist Daily, explica varios métodos para mantener en óptimas condiciones esta fruta durante más tiempo, y así poder disfrutar del plátano evitando los primeros signos de maduración, como, por ejemplo, una textura más blanda o un sabor más dulce —demasiado intenso para los paladares más delicados—.
Los principales enemigos: el calor y la luz
La combinación de altas temperaturas y humedad tiende a acelerar el deterioro de los plátanos. Martin Bucknavage, de la Universidad Estatal de Pensilvania, ha explicado que no es buena idea dejar los plátanos en encimeras donde reciban luz solar directa, ya que esto no solo no ayuda, sino que puede acortar su vida útil.
Lo ideal es mantener los plátanos en un entorno fresco, seco y alejado de la luz. Una opción práctica podría ser buscar un rincón sombreado o guardar la fruta en una despensa. Cindy Brison, nutricionista de la Universidad de Nebraska-Lincoln, ha afirmado que ella prefiere dejarlos en la mesa de la cocina, pero siempre alejados de cualquier fuente de luz directa.
¿Frigorífico? Solo en el momento justo
Refrigerar los plátanos puede ser útil, pero solo cuando ya están maduros. Enfriarlos en ese punto puede extender su frescura un par de días. Aunque la piel se torne negra, la pulpa interna suele mantenerse en buen estado. Brison ha aclarado que este cambio es completamente natural y no debería causar preocupación. En cambio, introducirlos en la nevera antes de tiempo puede interrumpir su maduración natural y afectar negativamente tanto la textura como el sabor.
Etileno: la hormona que acelera el proceso de maduración
La maduración del plátano está estrechamente relacionada con el etileno, una hormona vegetal que esta fruta libera, especialmente por el tallo. Por ello, envolver esta parte con papel de aluminio o film plástico ajustado con una goma puede ayudar a retrasar la maduración hasta dos días.
Además, los plátanos son sensibles al etileno que emiten otras frutas como manzanas, peras, aguacates, tomates, kiwis o melocotones. Colocar todas estas frutas juntas en la misma cesta acelera el proceso de maduración. Para evitarlo, lo recomendable es separarlas y así prolongar su frescura.
El truco para evitar los golpes y las manchas
Otra práctica recomendada es colgar los plátanos en lugar de dejarlos sobre una superficie dura. Esto previene los golpes que, además de generar manchas oscuras, aceleran su deterioro. "Al estar suspendidos, no se golpean tanto, así que no aparecen esas grandes manchas marrones", ha explicado Bucknavage. También permite una maduración más uniforme y reduce la posibilidad de que se aplasten entre otras frutas.
Guardar los plátanos en bolsas de plástico o recipientes herméticos es una práctica común, pero contraproducente. Esto favorece la acumulación de etileno y provoca un deterioro mucho más rápido. "No se recomienda porque eso acelera mucho el proceso", ha afirmado Brison.