
Lo que comenzó como una jornada de entrenamiento en alta montaña terminó poniendo a prueba, de verdad, la capacidad de respuesta del V Batallón de la UME. El equipo, desplazado desde su base en León, realizaba prácticas en los Picos de Europa cuando surgió un imprevisto: Boru, uno de los perros del grupo, sufrió un accidente en una de las zonas más complicadas del recorrido, completamente transformada por la intensa nevada.
El temporal había borrado casi todos los referentes del paisaje entre el Naranjo de Bulnes, Horcados Rojos y la Cabaña Verónica, y fue allí donde el perro quedó atrapado sin posibilidad de avanzar. Desde las redes del batallón explicaron después que, en ese momento, Boru tuvo que "confiar en quienes nunca fallan".
El pelotón, tras localizar al animal, organizó una operación de rescate improvisada: lo aseguraron en una camilla y emprendieron un trayecto de más de tres kilómetros abriendo camino en la nieve, relevándose para cargarlo. Un esfuerzo coordinado que se prolongó casi una hora y que exigió trabajo en equipo.
La comitiva terminó alcanzando Sotres, en Cabrales, el punto más cercano donde podían continuar por carretera. Aun así, el avance no fue sencillo: las vías hacia Cangas de Onís apenas se mantenían abiertas por el temporal. Allí, finalmente, Boru pudo recibir atención y recuperarse del susto.El batallón cerró la operación con un mensaje claro: el perro está bien y la misión se cumplió. "En nuestro equipo nadie queda atrás".
