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Javier Cercas: "Me duele que a Carrillo no le haya gustado el libro"

Javier Cercas, Premio Nacional de Narrativa por su libro sobre el 23-F Anatomía de un instante, se ha declarado "muy contento" y "feliz".

purepech dijo el día 9 de Octubre de 2010 a las 14:29:

¡¡¡Pero si carrillo no sabe leer!!!! ¿Què te importa tio?

proby dijo el día 8 de Octubre de 2010 a las 23:48:



¿A qué se refiere Cercas con lo de "un pasado equivocado"?

juancaro dijo el día 8 de Octubre de 2010 a las 18:33:

Si a alguien le "duele" las críticas de un asesino de miles de personas, según diversas fuentes*, le encumbra como un héroe y sobre sus abyectos crímenes se limita a un "no era un santo", es que no merece el esfuerzo de leerle siquiera una línea.

* Félix Schlayer, a la sazón representante consular de Noruega en 1936, le señala como el principal responsable de las sacas y matanzas en Paracuellos y otros sitios de alrededores de Madrid. El delegado de Cruz Roja también lo señalaba. En términos elogiosos, dos agentes de Stalin también le señalan en sendos informes que pudieron ser conocidos gracias a la desclasificación parcial de los archivos soviéticos.

ICHDIEN dijo el día 8 de Octubre de 2010 a las 17:47:

Tranquilo, hombre. Seguro que al carnicero de Paracuellos todavía le gustó menos el libro de Felix Schlayer, que es la prueba irrefutable de su responsabilidad en los hechos y que él niega. Además para mí sería un honor viniendo de ese individuo, a no ser, claro, que tú seas de la misma calaña y cuerda que el susodicho.

aleajact dijo el día 8 de Octubre de 2010 a las 17:46:

Erbilyos, sí que estaba, sentado en su escaño y fumando. Por lo visto, el comentario que hizo sottovoce fue "aquí viene Pavía sin los caballos" o algo parecido.
Le detesto nada cordialmente, pero los hechos son los hechos. Un saludo.

Erbilyos dijo el día 8 de Octubre de 2010 a las 16:57:

Pues que se tome un analgésico.

Por cierto, he visto unas cuantas veces el famoso video del 23-F y no veo a Carrillo por ningún lado. Los únicos a los que veo de pie, aparte de los golpistas, son Suárez y Gutiérrez Mellado.

Carrillo jamás se jugó la vida, ni siquiera durante la guerra. Durante el régimen franquista estuvo bien protegido en su exilio dorado, enviando a otros a jugársela en España, y a veces delatándolos a la policía franquista o enviando a otros a cargarse a los primeros, cuando creía que ya no le servían.