
LD (Agencias) En una entrevista concedida a la Cadena SER, el delegado del Gobierno en las islas Canarias, José Segura, ha lamentado que el pasado fin de semana murieran 45 inmigrantes después de que naufragaran las dos pateras en las que intentaban llegar ilegalmente a España.
El funcionario dijo que "hay que intentar que no se produzca este éxodo, porque se están perdiendo, me atrevo a asegurar, en los últimos meses centenares de vidas en el mar de forma anónima". Las autoridades, explicó, han detectado "con demasiada frecuencia y reiteración" el arribo diario a costas españolas de hasta tres o cuatro "cayucos" (embarcación rudimentaria)
Según sus cálculos, durante el presente año Canarias han recibido más de dos mil inmigrantes que arribaron en esas embarcaciones de fibra de vidrio, de hasta dieciocho metros de eslora, dos motores y con capacidad de no más de sesenta personas.
Segura indicó que los inmigrantes ilegales están partiendo ahora desde la antigua Villa Cisneros española y Cabo Bojador hasta el sur de Mauritania, lo que representa un litoral de dos mil kilómetros de perímetro. Porción "muy difícil de controlar por parte de las autoridades mauritanas y marroquíes". La Unión Europea, dijo Segura, "debe afrontar con toda intensidad" la situación de la inmigración ilegal. El Gobierno español, añadió, "se está movilizando intensamente en los últimos meses para aumentar la colaboración” con Mauritania.
