L D (EFE) Este fallo, de 207 páginas, confirma la sentencia de marzo de 2003 del Tribunal de Instrucción de La Haya, aunque entonces los jueces no estimaron necesario el tratamiento psiquiátrico y condenaron a la enfermera por la muerte de 4 de sus pacientes, tres menos que en la Apelación, y por tres intentos de asesinato.
Durante las casi tres horas de lectura de la sentencia, los jueces afirmaron que la enfermera, de 42 años, actuó "conscientemente y con premeditación". Los pacientes de la enfermera eran niños de entre 0 a 6 años y personas que sufrían enfermedades crónicas y cuyas muertes se produjeron de forma "inesperada" por "razones externas", que responden al suministro de sobredosis de medicinas, según la sentencia.
Todas las muertes o episodios de reanimación de pacientes tuvieron lugar durante turnos de guardia de la enfermera y "no existen pruebas estadísticas de que ello se produjese por casualidad", según la sentencia. El Tribunal de Apelación también usó como prueba contra la enfermera fragmentos de su diario en los que hacía referencia a "una compulsión", a "un secreto que guardaré hasta la tumba".
Durante las casi tres horas de lectura de la sentencia, los jueces afirmaron que la enfermera, de 42 años, actuó "conscientemente y con premeditación". Los pacientes de la enfermera eran niños de entre 0 a 6 años y personas que sufrían enfermedades crónicas y cuyas muertes se produjeron de forma "inesperada" por "razones externas", que responden al suministro de sobredosis de medicinas, según la sentencia.
Todas las muertes o episodios de reanimación de pacientes tuvieron lugar durante turnos de guardia de la enfermera y "no existen pruebas estadísticas de que ello se produjese por casualidad", según la sentencia. El Tribunal de Apelación también usó como prueba contra la enfermera fragmentos de su diario en los que hacía referencia a "una compulsión", a "un secreto que guardaré hasta la tumba".
