Eso le pasa a Pedro J. por tonto, por querer contentar a quienes son sus enemigos acérrimos, que van a buscar cualquier excusa para lanzarse a la yugular.
Mejor le hubiera sido mantenerse firme en la defensa de la libertad de expresión en su medio de un articulista que no justifica un asesinato sino que analiza sus causas, diagnóstico necesario para avanzar hacia una prevención de otros casos similares.
Pero no, la censura progre tenía que actuar a manos de un tonto útil.
Y la justicia poética, como no podía ser menos, ha pasado a cebarse con ese tonto útil en castigo por sus tonterías.
Un saludo.
He leído el artículo de Sostres y, sin ánimo de juzgar su trayectoria como columnista, creo que en este texto no hace apología del asesinato. El fondo del artículo es el trastorno que puede impulsar a personas tenidas por normales a cometer un crimen. Los asesinos pueden ser gente como ustedes y como yo. Eso no justifica el grave delito cometido, y Sostres dice expresamente: “Ni puedo justificar ni justifico un asesinato, ni cualquier forma de maltrato tenga consecuencias más leves o más graves. No pienso que haya causas morales que puedan justificar matar a alguien, ni que puedan servir siquiera de atenuantes en el juicio.”
Sospecho que algunos han entrado en este asunto sin leerse entero el artículo, acaso por miedo a encontrar un argumento que enfríe sus ansias por disparar contra El Mundo y Pedro J.
¿Ves, Pedro J, cuál es el sino de los centristes?
Que primero tratáis de apaciguar a la dictadura del progretariado y luego esta os despelleja.