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El Papa llora ante víctimas de sacerdotes pederastas

La visita apostólica a Malta se ha convertido en un oasis para Benedicto XVI. A la calurosa y festiva acogida que le dedicaron los malteses se une el éxito de su encuentro con las víctimas de sacerdotes pederastas, durante el que tanto éstas como el propio Pontífice se emocionaron.

El Pontífice empezó la visita admitiendo que la Iglesia "ha sido herida por nuestros pecados", en alusión a los abusos a menores que han sido cometidos por sacerdotes en todo el mundo. Siguiendo esta línea de reparación, el Papa se reunió hoy por primera vez desde el comienzo de la crisis con ocho víctimas, todas ellas hombres, con quienes rezó e incluso lloró.

"Fue un encuentro muy emocionante. Las víctimas llorábamos, los obispos lloraban y el Papa tenía lágrimas en sus ojos", relató Joseph Magro, una de las víctimas, en declaraciones a un grupo de periodistas. Los abusos sufridos "siguen siendo algo muy difícil para mí, pero ahora estoy en paz con la Iglesia", afirmó. Además, "el Papa me ha dicho que rezaría por mí", agregó.

Otro de ellos, que prefirió identificarse únicamente con el nombre de Emanuel, se mostró sorprendido ante el hecho de que el Papa quisiera recibirles. "No me esperaba que esto pasara, lo hemos apreciado mucho", afirmó, remarcando que "el Papa sólo estuvo en Malta 26 horas, por lo que fue fantástico que pudiera dedicarnos media hora".

Según explicó Emanuel, el Papa dijo "sentir mucho" lo que les había pasado. Al mismo tiempo "yo le dije que también siento que la Iglesia esté atravesando todo este problema sobre los abusos sexuales".

Aun con todo, "seguiremos luchando en los tribunales", aseguró. "Muchos malteses piensan que estamos haciendo todo esto para obtener dinero. Nosotros no queremos dinero, queremos justicia. No queremos que otras personas sufran lo que nosotros sufrimos", recalcó.

Ambiente cálido y festivo

La visita del Pontífice a la isla mediterránea se desarrolló en un ambiente cálido y festivo gracias al entusiasmo que la población de la isla demostró en todo momento. No hubo desplazamiento en papamóvil que no estuviera acompañado por miles de personas en las calles que aclamaban al Papa y portaban banderas con los colores de Malta, blanco y rojo, y el Vaticano, blanco y amarillo.

El sábado alrededor de 4.000 niños le cantaron "Cumpleaños Feliz", mientras que unas 50.000 personas siguieron esta mañana la misa dominical en la Plaza de los Graneros. Esta tarde, en cambio, tuvo lugar el encuentro con miles de jóvenes que llenaron el Muelle del Puerto Grande de La Valetta.

Después de que uno de ellos pidiera a la Iglesia que demuestre más "compasión" y "amor" con determinados colectivos, tales como los drogadictos o los homosexuales, el Papa aseguró que la Iglesia, "no rechaza a nadie".

Sin embargo, uno de los temas más recurrentes en los discursos del Papa fue su insistencia en pedir a Malta que proteja su fe y sus valores cristianos, en alusión al aborto y el divorcio, que todavía no están legalizados en la isla: "Deberíais estar orgullosos de que vuestro país defienda tanto al niño por nacer como la estabilidad de la vida familiar", afirmó ante los jóvenes, una idea que repitió más tarde en el discurso de despedida que pronunció en el aeropuerto.

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