
(L D) El autor reseña que la nota definitoria de la democracia es la eliminación de la violencia en la alternancia de Gobierno. Lo que, según Enrique de Diego, no se ha producido en las últimas elecciones ya que se produjo la intervención de un elemento exógeno, que, mediante el terror, trataba de desalojar al PP del Gobierno y cambiar la política exterior de España. Ambos objetivos han sido conseguidos, por lo que “el 14 M fue una victoria del terrorismo”, se añade en el libro.
De Diego considera que la situación no tiene precedentes en la historia de las democracias y supera el interés coyuntural de los partidos. Por ello considera imprescindible un amplio debate. El autor desmonta el argumento socialista de que no han cambiado de criterio por el atentado. Resulta claro –señala– que los terroristas tuvieron en cuenta la oposición del PSOE a la guerra de Irak y su promesa de repatriar las tropas. “Tenemos un gobierno legal, con una fractura en la legitimidad de origen”, es una de las conclusiones polémicas de Días de infamia. “La izquierda cayó en la corrupción moral de utilizar el terrorismo para obtener beneficio político”, añade.
Para el autor, la manipulación de la Cadena SER fue, sobre todo, moral, pues decidió utilizar las víctimas de los atentados para pedir el voto a favor del PSOE, mediante la coartada de la existencia de una “mentira de Estado”. En el libro explica que la SER funcionó mediante un autoengaño: desmontando previamente una supuesta conjura, que, por tanto, nunca llega a existir. “Ha sido una de las operaciones político-mediáticas más exitosas”, señala.
De “golpismo residual” y “trasfondo guerracivilista” califica las manifestaciones y caceroladas ante las sedes del PP. “La izquierda se considera eximida de cumplir ciertas normas comunes de comportamiento”, recuerda el libro, que se completa con una segunda parte, con un estudio sobre las bases del fanatismo integrista y el antiamericanismo patológico.
