L D (EFE)
El subsecretario del Ministerio de Fomento, Adolfo Menéndez, hizo la propuesta en la sesión inaugural de la Conferencia Diplomática de la OMI, con sede en Londres, sobre el Establecimiento de Fondos Suplementarios de Indemnización por Daños de Contaminación Petrolera.
En concreto, el Gobierno español solicitó que el llamado Fondo Internacional de Daños por Contaminación Marítima (FIDAC), aprobado en 1992, aumente de 200 millones a 1.000 millones de euros el máximo de las indemnizaciones para los desastres por vertido de hidrocarburos.
Menéndez explicó que el Ejecutivo de Madrid quiere ese incremento de las ayudas porque los accidentes causados en los últimos años por el hundimiento de petroleros como el Prestige y el Erika, hundido en 1999 frente a la costa noroeste de Francia, demuestran que los fondos actuales "no son suficientes". "No es sólo un cuestión de cantidad, sino de principios. No se puede defender la libertad de transporte marítimo si no se hace de forma responsable", agregó el subsecretario de Fomento. "Un meta de esa responsabilidad -esgrimió- es establecer mecanismos para que haya compensaciones rápidas y equitativas para las víctimas" de esos desastres ecológicos.
Menéndez compareció ante la Conferencia Diplomática cinco días después de que el FIDAC decidiera pagar un total de 171,3 millones de euros a los tres países afectados por la marea del Prestige, España, Francia y, en menor medida, Portugal. España ha evaluado los costes de la catástrofe del buque, que zozobró el pasado 19 de noviembre frente a la costa de Galicia con 77.000 toneladas de fuel-oil en sus bodegas, en unos 662 millones de euros, una cantidad muy superior al límite fijado por el FIDAC.
En concreto, el Gobierno español solicitó que el llamado Fondo Internacional de Daños por Contaminación Marítima (FIDAC), aprobado en 1992, aumente de 200 millones a 1.000 millones de euros el máximo de las indemnizaciones para los desastres por vertido de hidrocarburos.
Menéndez explicó que el Ejecutivo de Madrid quiere ese incremento de las ayudas porque los accidentes causados en los últimos años por el hundimiento de petroleros como el Prestige y el Erika, hundido en 1999 frente a la costa noroeste de Francia, demuestran que los fondos actuales "no son suficientes". "No es sólo un cuestión de cantidad, sino de principios. No se puede defender la libertad de transporte marítimo si no se hace de forma responsable", agregó el subsecretario de Fomento. "Un meta de esa responsabilidad -esgrimió- es establecer mecanismos para que haya compensaciones rápidas y equitativas para las víctimas" de esos desastres ecológicos.
Menéndez compareció ante la Conferencia Diplomática cinco días después de que el FIDAC decidiera pagar un total de 171,3 millones de euros a los tres países afectados por la marea del Prestige, España, Francia y, en menor medida, Portugal. España ha evaluado los costes de la catástrofe del buque, que zozobró el pasado 19 de noviembre frente a la costa de Galicia con 77.000 toneladas de fuel-oil en sus bodegas, en unos 662 millones de euros, una cantidad muy superior al límite fijado por el FIDAC.
