L D (Agencias)
El paisaje nuboso y frío de Londres al que la literatura nos ha acostumbrado ha pasado a convertirse en una quimera ya que en la capital británica no están acostumbrados a los casi 40 grados que han marcado los termómetros.
Concretamente en el condado de Gloucestershire se han registrado 37,4º, cifra record que desbanca los 37,1º alcanzados el 3 de agosto de 1990. En un país de temperaturas moderadas los problemas a causa del calor ya han comenzado a surgir: las vías del tren se han dilatado hasta el punto de imposibilitar la circulación de los vagones.
Sin embargo los británicos, para lo que esto es una auténtica novedad, no dudan en acudir a los parques, bañarse en las fuentes, abarrotar las playas y consumir helados y cervezas.
El calor ocasiona 50 muertes en la región de París
Algo más grave es la situación en Francia. En París, los 40 grados alcanzados han provocado la muerte a unas 50 personas, según Patrick Pelloux, el presidente de la Asociación de médicos de urgencias hospitalarias de Francia.
Muertes que, según él, el Gobierno maquilla como “naturales” pero que no lo son. Pelloux ha criticado en un diario parisino que la gestión de las autoridades está siendo escandalosa, ya que la mayoría de las secciones de los hospitales carece de aire acondicionado. Además, se han registrado índices extremos de presencia de ozono. Pelloux califica la situación como una auténtica “hecatombe”.
Concretamente en el condado de Gloucestershire se han registrado 37,4º, cifra record que desbanca los 37,1º alcanzados el 3 de agosto de 1990. En un país de temperaturas moderadas los problemas a causa del calor ya han comenzado a surgir: las vías del tren se han dilatado hasta el punto de imposibilitar la circulación de los vagones.
Sin embargo los británicos, para lo que esto es una auténtica novedad, no dudan en acudir a los parques, bañarse en las fuentes, abarrotar las playas y consumir helados y cervezas.
El calor ocasiona 50 muertes en la región de París
Algo más grave es la situación en Francia. En París, los 40 grados alcanzados han provocado la muerte a unas 50 personas, según Patrick Pelloux, el presidente de la Asociación de médicos de urgencias hospitalarias de Francia.
Muertes que, según él, el Gobierno maquilla como “naturales” pero que no lo son. Pelloux ha criticado en un diario parisino que la gestión de las autoridades está siendo escandalosa, ya que la mayoría de las secciones de los hospitales carece de aire acondicionado. Además, se han registrado índices extremos de presencia de ozono. Pelloux califica la situación como una auténtica “hecatombe”.
