L D (EFE) Según ha informado Santi Parés, responsable del Programa de Coordinación de Emergencias, la mejora del clima ha permitido al helicóptero acceder al lugar donde ocurrió el alud para evacuar los cadáveres de los montañeros, Jacke M., de 54 años y de Limas (Francia), y Marie Helene F., de 47 y con domicilio en Lyon, que han sido evacuados al tanatorio de Tremp (Lleida).
Los otros nueve excursionistas que participaban en la travesía con esquís por el Parque Nacional de Aiguestortes, dos de ellos españoles y el resto franceses, han sido evacuados también en helicóptero desde el refugio Ventosa i Calvell en el que han pasado la noche, ya que el elevado riesgo de aludes desaconsejaba trasladarlos por tierra. Uno de los excursionistas heridos en la avalancha, que presentaba principio de congelación en dos dedos, ha sido trasladado al Hospital de Vielha, que ha abandonado después de que se le practicaran las curas necesarias.
El resto del grupo ha sido trasladado al Parque de Bomberos de Vielha, donde han prestado declaración ante los Mossos d'Esquadra, y están regresando a su país, aún conmocionados por la muerte de sus compañeros y físicamente exhaustos por las seis horas que aguardaron a los equipos de rescate a unos 14 grados bajo cero. Los senderistas, todos ellos de entre 47 y 55 años, pertenecían a un club de excursionismo francés, por lo que tenían cierta experiencia en travesías de montaña e incluso disponían de un equipo de radio con el que se pusieron en contacto con los bomberos una vez ocurrido el accidente.
La excursión que realizaban cuando fueron sorprendidos por la avalancha es la ruta entre Estany Llong y Estany Negre, una de las excursiones más típicas, que recorre el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici de punta a punta siguiendo el curso del río San Nicolás, desde Boí hasta Espot. Poco antes de las doce del mediodía, una avalancha de nieve que se desprendió de una ladera cayó sobre nueve de los once senderistas, cinco de los cuales lograron salir de entre la nieve por su propio pie y desenterrar a sus otros cuatro compañeros sepultados.
Dos de los excursionistas sepultados resultaron heridos muy graves a consecuencia de la avalancha de nieve, y, pese a que sus compañeros intentaron reanimarlos y protegerlos del intenso frío, fallecieron poco después.
Los otros nueve excursionistas que participaban en la travesía con esquís por el Parque Nacional de Aiguestortes, dos de ellos españoles y el resto franceses, han sido evacuados también en helicóptero desde el refugio Ventosa i Calvell en el que han pasado la noche, ya que el elevado riesgo de aludes desaconsejaba trasladarlos por tierra. Uno de los excursionistas heridos en la avalancha, que presentaba principio de congelación en dos dedos, ha sido trasladado al Hospital de Vielha, que ha abandonado después de que se le practicaran las curas necesarias.
El resto del grupo ha sido trasladado al Parque de Bomberos de Vielha, donde han prestado declaración ante los Mossos d'Esquadra, y están regresando a su país, aún conmocionados por la muerte de sus compañeros y físicamente exhaustos por las seis horas que aguardaron a los equipos de rescate a unos 14 grados bajo cero. Los senderistas, todos ellos de entre 47 y 55 años, pertenecían a un club de excursionismo francés, por lo que tenían cierta experiencia en travesías de montaña e incluso disponían de un equipo de radio con el que se pusieron en contacto con los bomberos una vez ocurrido el accidente.
La excursión que realizaban cuando fueron sorprendidos por la avalancha es la ruta entre Estany Llong y Estany Negre, una de las excursiones más típicas, que recorre el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici de punta a punta siguiendo el curso del río San Nicolás, desde Boí hasta Espot. Poco antes de las doce del mediodía, una avalancha de nieve que se desprendió de una ladera cayó sobre nueve de los once senderistas, cinco de los cuales lograron salir de entre la nieve por su propio pie y desenterrar a sus otros cuatro compañeros sepultados.
Dos de los excursionistas sepultados resultaron heridos muy graves a consecuencia de la avalancha de nieve, y, pese a que sus compañeros intentaron reanimarlos y protegerlos del intenso frío, fallecieron poco después.