L D ( EFE ) "Hago lo que me pide el Parlamento", aseveró Fraga en la conferencia de prensa celebrada tras la reunión del Ejecutivo autonómico, en la que recordó que tanto Ares como los concejales que le apoyaron están ya suspendidos de militancia y sometidos a un expediente de expulsión del PP.
No obstante, Fraga dijo que su "rectificación" iba "en el sentido parlamentario de la palabra", en el de que, aclaró, "mis palabras han sido sacadas fuera de contexto y malinterpretadas". Fraga insistió en que él nunca aprobó esa conducta, "como es natural", y explicó que cuando dijo que el asunto de Toques era una "menudencia" no fue porque así lo considerara, sino porque se produjo al mismo tiempo que la noticia sobre la entrevista del ex conseller en Cap, Josep Lluís Carod-Rovira, con ETA.
Fraga asumió también el segundo punto del acuerdo parlamentario, por el que los tres grupos -PP, PSdeG y BNG- acordaron en sesión plenaria que el Gobierno gallego solicitase públicamente a Ares el "abandono inmediato de su cargo". Sin embargo, puntualizó que, con arreglo a la Constitución, no se puede "de cualquier manera" expulsar a alguien de su cargo y recordó que el "intento" de que la ley electoral permitiera que los disidentes fueran depuestos por sus partidos fue rechazado por el Tribunal Constitucional. A su juicio, esta medida podía "tener su fundamento" pero el TC la desestimó "en base al principio de ausencia de mandato imperativo".
Fraga se sumó al ruego del Parlamento gallego de que "con toda su autoridad" exija el abandono inmediato de Jesús Ares de la Alcaldía, algo que, matizó, "ya veremos los efectos que tiene".