L D (EFE)
El CSN ha detectado el pasado lunes en la compañía gijonesa Daniel González Riestra S.L. entre 150 y 200 toneladas de chatarra triturada con emisiones radiactivas, cuyo origen la empresa asegura desconocer ya que se trata de material "troceado y mezclado". Además, en un contenedor de chatarra situado al final de un conducto de una de las salidas de la trituradora y en el contenedor del agua que filtra el proceso se registraron también "niveles de radiación superior al fondo".
Los responsables de la chatarrería comunicaron al CSN que detectaron a la entrada de la empresa material radiactivo en un camión cargado que se disponía a salir de las instalaciones en las que la situación está controlada, según este organismo, que garantizó además que la radiactividad no se ha extendido al aire ni al agua.
La empresa gijonesa está controlando estos materiales siguiendo las medidas preventivas indicadas por el CSN. Mientras que dos inspectores, que trabajan para determinar la situación real de la instalación, han observado que el montón de chatarra, que ocupa unos cuarenta metros cuadrados, se encuentra sobre una superficie asfáltica que no es permeable, por lo que no existe tampoco riesgo de que se contamine el suelo. Además, los expertos que se encuentran en la chatarrería han cubierto el montón de chatarra con unas mantas especiales, que servirían para proteger la zona aunque se levantase viento o lloviera.
Por su parte, Técnicos de la Unidad Técnica de Protección Radiológica, contratada con la empresa PROINSA, inspeccionaron este martes la empresa, ubicada en San Andrés de los Tacones, "constatando la existencia de entre 150 y 200 toneladas de chatarra triturada con unos niveles de radiación que se sitúan entre 50 y 400 microSievert por hora", según informó el CSN.
De esta forma, los trabajos de los expertos del CSN para determinar con exactitud las emisiones y adoptar todas las medidas necesarias para evitar que se disperse la contaminación se prolongarán durante varios días antes de que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) decida cómo gestionar y trasladar este material, en un proceso que será lento debido a la gran cantidad de chatarra almacenada, que ocupa una superficie de unos cuarenta metros cuadrados.
Por otro lado, los expertos del CSN han descartado además una relación entre esta fuente radiactiva de Gijón y la que se detectó la pasada semana en una chatarrería de Vizcaya, donde entró un camión cargado de chatarra procedente de Asturias en la que también se detectó una emisión radiactiva.
Mientras, la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón, Dulce Gallego, tras entrevistarse con responsables de la empresa y con técnicos del CSN, incidió en que quizás "no llegue a saberse" el origen del material radiactivo e hizo un llamamiento a la calma de la población ya que no existe "ningún riesgo ni para la población de Gijón ni para los vecinos de la zona ni los trabajadores de la empresa".
Los responsables de la chatarrería comunicaron al CSN que detectaron a la entrada de la empresa material radiactivo en un camión cargado que se disponía a salir de las instalaciones en las que la situación está controlada, según este organismo, que garantizó además que la radiactividad no se ha extendido al aire ni al agua.
La empresa gijonesa está controlando estos materiales siguiendo las medidas preventivas indicadas por el CSN. Mientras que dos inspectores, que trabajan para determinar la situación real de la instalación, han observado que el montón de chatarra, que ocupa unos cuarenta metros cuadrados, se encuentra sobre una superficie asfáltica que no es permeable, por lo que no existe tampoco riesgo de que se contamine el suelo. Además, los expertos que se encuentran en la chatarrería han cubierto el montón de chatarra con unas mantas especiales, que servirían para proteger la zona aunque se levantase viento o lloviera.
Por su parte, Técnicos de la Unidad Técnica de Protección Radiológica, contratada con la empresa PROINSA, inspeccionaron este martes la empresa, ubicada en San Andrés de los Tacones, "constatando la existencia de entre 150 y 200 toneladas de chatarra triturada con unos niveles de radiación que se sitúan entre 50 y 400 microSievert por hora", según informó el CSN.
De esta forma, los trabajos de los expertos del CSN para determinar con exactitud las emisiones y adoptar todas las medidas necesarias para evitar que se disperse la contaminación se prolongarán durante varios días antes de que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) decida cómo gestionar y trasladar este material, en un proceso que será lento debido a la gran cantidad de chatarra almacenada, que ocupa una superficie de unos cuarenta metros cuadrados.
Por otro lado, los expertos del CSN han descartado además una relación entre esta fuente radiactiva de Gijón y la que se detectó la pasada semana en una chatarrería de Vizcaya, donde entró un camión cargado de chatarra procedente de Asturias en la que también se detectó una emisión radiactiva.
Mientras, la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón, Dulce Gallego, tras entrevistarse con responsables de la empresa y con técnicos del CSN, incidió en que quizás "no llegue a saberse" el origen del material radiactivo e hizo un llamamiento a la calma de la población ya que no existe "ningún riesgo ni para la población de Gijón ni para los vecinos de la zona ni los trabajadores de la empresa".
