(Libertad Digital) Entre los detenidos el pasado martes, El Mundo menciona a Luis Fernando Linares (imputado por fraude y malversación, y en libertad bajo fianza de 500.000 euros), que junto a su socia María Eugenia Yeregui son los máximos responsables del Grupo Meyluna, entidad propietaria de la mitad del proyecto Valle Romano, el más importante de la localidad malagueña.
De ese modo, Valle Romano, proyecto que prevé más de 3.000 viviendas de lujo, además de un hotel de cinco estrellas y un campo de golf, se complementaría con el otro 50 por ciento de la financiación de la operación por parte de la Kutxa, con unos 150 millones invertidos.
Por otro lado, Aedificat 2002, la constructora del Grupo Meyluna y responsable de acometer algunas obras sin licencia (como la cancha de baloncesto en la azotea del colegio de los Sagrados Corazones, que se derrumbó, y un parking al lado del edificio, también financiado por la Kutxa) tiene, según El Mundo, un tercer socio, José Ignacio Sánchez Baranda, que pudo utilizar sus contactos para realizar la obra.
En marzo la Kutxa adquirió a Meyluna el 50 por ciento que poseería en Valle Romano por otros 100 millones más, controlando así la totalidad de la operación, según el rotativo. La Kutxa estaba desoyendo así las recomendaciones del Banco de España, que ante la delicada situación financiera de la entidad aconsejó no invertir en propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol. La página web del Grupo Meyluna reconoce el aval de la Kutxa para sus inversiones inmobiliarias. Pero además, Linares y Yeregui, a través de una fundación con el nombre de ambos, realizaban donaciones para desarrollar actividades culturales en Estepona y otros lugares, según El Mundo.
A través de empresas vinculadas a la trama de Marbella, como Obarinsa o Proinsa, Maria Eugenia Yeregui tuvo negocios con Javier Arteche, que el diario El Mundo define como el hombre fuerte de la Kutxa en sus inversiones en la Costa del Sol, un empresario imputado en la operación Malaya y además amigo personal y socio de Juan Antonio Roca. Arteche recibía financiación en la Kutxa y fue socio de la misma en dos grandes operaciones comerciales en Murcia: las macroorganizaciones de lujo de la Zerrichera y Lo Poyo.
La inversión final se acercó a los 200 millones de euros, y se preveía que aumentase hasta los 1.500 si éstos se hubiesen llevado finalmente a cabo. Las dos operaciones fueron, sin embargo, paralizadas por el Gobierno autonómico por existir evidentes sospechas de corrupción, y además afectaban a zonas protegidas. Las investigaciones revelaron la colaboración estrecha que Roca y Arteche habían mantenido, encontrándose notas con instrucciones explícitas escritas a mano por el cerebro de la operación Malaya.
Otra de las implicadas en el escándalo de Marbella, Monserrat Corulla, aparece igualmente en ésta debido a que intercedió ante el Ayuntamiento de Madrid para lograr la reclasificación del frontón Beti Jai, propiedad de otro socio de Javier Arteche y la Kutxa en Murcia, según el periódico El Mundo.