L D (EFE)
La directora general de Voluntariado del Gobierno gallego, María Xosé Bravo, explicó que las labores que restan por hacer en la costa gallega son "más desagradecidas" que al principio, ya que consisten "en la criba y tamizado de la arena para separarla de miles y miles de pelotitas de fuel", pero cuya erradicación manual es "imprescindible y necesaria" porque las máquinas no pueden llevarla a cabo. "Es duro ver cómo después de horas de trabajo sólo consigues llenar de combustible un cestita pequeña, y esto defrauda un poco", comentó.
En cuanto a las zonas rocosas, reconoció que representan también un trabajo "muy duro" y que para los voluntarios sólo se reservarán aquellas áreas que impliquen menos riesgos, dejando las más peligrosas para las Fuerzas Armadas, los percebeiros y los profesionales especialmente preparados para esta labor.
De los 10.000 voluntarios, cuya edad media ronda entre los 18 y 25 años, en torno a un 40 por ciento proceden de Galicia y el resto de todas las comunidades autónomas de España, si bien en Semana Santa la mayor parte vendrán de Andalucía, Cataluña, Castilla León y Valencia. La mayor parte de estos trabajadores se repartirán, una vez más, en los municipios de la Costa da Morte que resultaron más afectados por el vertido, concretamente en Muxía, Corcubión, Camariñas y Carnota, y "mínimamente" en el litoral de la cornisa cantábrica.
Los voluntarios trabajarán de forma coordinada con los profesionales contratados por Tragsa y con los efectivos del Ejército, para aprovechar el aluvión de gente que llegará a Galicia con motivo de los días festivos, que se aproximará en número a los que colaboraron en las primeras semanas del siniestro. La responsable de Voluntariado indicó que se ha repartido a este personal por grupos, con el fin de coordinar sus tareas, de modo que unos trabajarán de viernes a lunes, otros de lunes a jueves y otros de jueves a domingo.
Los jóvenes serán alojados en polideportivos e instalaciones municipales, y no se descarta ubicar alguna carpa si fuera necesario, aunque Bravo afirmó que las infraestructuras habituales están "todas preparadas y listas para recibirlos". El trabajo manual irá también acompañado por la actuación de cerca de cien máquinas hidrolimpiadoras que funcionan en la Costa da Morte, agregó.
En cuanto a las zonas rocosas, reconoció que representan también un trabajo "muy duro" y que para los voluntarios sólo se reservarán aquellas áreas que impliquen menos riesgos, dejando las más peligrosas para las Fuerzas Armadas, los percebeiros y los profesionales especialmente preparados para esta labor.
De los 10.000 voluntarios, cuya edad media ronda entre los 18 y 25 años, en torno a un 40 por ciento proceden de Galicia y el resto de todas las comunidades autónomas de España, si bien en Semana Santa la mayor parte vendrán de Andalucía, Cataluña, Castilla León y Valencia. La mayor parte de estos trabajadores se repartirán, una vez más, en los municipios de la Costa da Morte que resultaron más afectados por el vertido, concretamente en Muxía, Corcubión, Camariñas y Carnota, y "mínimamente" en el litoral de la cornisa cantábrica.
Los voluntarios trabajarán de forma coordinada con los profesionales contratados por Tragsa y con los efectivos del Ejército, para aprovechar el aluvión de gente que llegará a Galicia con motivo de los días festivos, que se aproximará en número a los que colaboraron en las primeras semanas del siniestro. La responsable de Voluntariado indicó que se ha repartido a este personal por grupos, con el fin de coordinar sus tareas, de modo que unos trabajarán de viernes a lunes, otros de lunes a jueves y otros de jueves a domingo.
Los jóvenes serán alojados en polideportivos e instalaciones municipales, y no se descarta ubicar alguna carpa si fuera necesario, aunque Bravo afirmó que las infraestructuras habituales están "todas preparadas y listas para recibirlos". El trabajo manual irá también acompañado por la actuación de cerca de cien máquinas hidrolimpiadoras que funcionan en la Costa da Morte, agregó.