No le va a pasar nada al agresor, es un pobre socialmente desestructurado. La reiteración en la agresión no es un agravante. Al padre del chaval agredido más le vale reprimirse la ira. Si le da un sopapo, como hizo aquel abuelo a un crío de 12 años que le había tirado piedras a su nieta, solo empeorará las cosas. No se porque los progres critican tanto el que haya que poner la otra mejilla. Claro, lo aceptan siempre que no tengan que ser ellos los que deban actuar así.
Hay que eliminar eso de la edad penal: un delincuente es un delincuente. Y no importan los años que tenga.
Madre: ¿Qué te ha pasado en la pierna, hijo?
Hijo: Nada, ¿por qué lo preguntas?
Madre: es que la veo un poco rara, como si la rótula girara hacia los lados.
Que el chaval tiene heridas de GRAVEDAD, Kufisto. Y hace un año, el mismo elemento ya le había ROTO UNA PIERNA.
Tal parece Vd. el padre del angelito; o su abogado.
De niños violentos se han llenado los colegios en los últimos años sin que las administraciones hayan dado con la fórmula para acabar con sus abusos, incluso de medios económicos, pues, de hecho, se gastan gran parte de los presupuestos en veladores, sicólogos, profesores, refuerzos...
Creo que si a sus padres , y a ellos mismos, se les retirasen, ante ese tipo de conductas, las ayudas de libros, comedor, transporte, recibos de electricidad y cualesquiera otras ayudas "sociales", y se les expulsara, a ellos y sus familias, del país se les acabarían los humos y las violencias.
Por otro lado, el lastre que los tales niños representan para el nivel académico de los grupos a los que parasitan es, sencillamente, intolerable.
¿Por qué, además de pagar con nuestros impuestos lo que en esos energúmenos nos estamos gastando, hemos de consentir que lumpenicen académicamente a nuestras nuevas generaciones?
En Ceuta, pues lo mismo el chaval es musulmán y solo se está entrenando y aprendiendo el oficio de musulmán para cuando sea mayor.
Todo esto se soluciona muy fácil: LEY DEL TALIÓN.
Si es que al final los antiguos eran más sabios...
Y a no olvidar una pateadura en las partes blandas al padre de la bestia, por no haberlo metido en cintura cuando tenía 5 años y seguramente se dedicaba a destripar ranas y meterle mano a sus primitas, para regocijo de sus papis.
BB
qué pasa?
aquí nadie se ha dado de palos cuando era pequeño?
"a la salida te espero, tío" y salíamos, nos pegábamos rodeados de mirones y unas veces ganabas y otras veces perdías; y no pasaba nada.
madre: "¿que te ha pasado en el ojo?"
hijo: "me he caído"
la madre te miraba como miran, se callaba, te daba la merienda y a jugar con los amigos.
Y NO PASABA NADA.
El padre del cafre a pagar una indemnización de aúpa, al enano macarra una cuantas hostias por parte de su padre y se acabó el problema.
Aaaayyy, noooo, el pequeño delincuente es hijo de una familia desestructurada dentro de una sociedad agresiva que no promueve los valores de la pazzz, la libertazzz y la só-lidaridazzz...
Evidentemente, este angelito también tiene un "trastorno de conducta" y se hace urgente que se entregado a la versión Ceutí de D. Emilio Calatayud para que adopte las medidas oportunas.
Por supuesto, antes de dejar sin postre al agresor, el mentado juez debe ser asesorado por el equipo habitual de psicolocos y pedabobos que emitirán un dictamen pericial del porqué el susodicho no atendió a las razones que -suponemos- le dieron después de la última agresión explicándole que eso está muy feo y bla, bla, bla.
En casos de reincidencia como el presente, el referido equipo de "peritos" podría ser reforzado con algunos miembros del equipo de videntes de Raphel, para que evaluaran la posibilidad de que en el futuro, vuelva a pasar lo mismo, pero esta vez con un cuchillo o pistola, a efectos de que el agredido pudiera ir pensando en hacer testamento.
Naturalmente, todo ello según el procedimiento habitual. Es decir, con cargo al contribuyente.
Lo llevamos claro, con la ley del menor y todas las leyes de nuestro código, y la caterva de jueces afines al progrerío que las aplican siempre para favorecer a los delincuentes.