Tranquilos, no se trata de sabotajes milemétricamente estudiados por parte de empleados desleales con ideas totalitarias y desprecio total a la vida de los demás. No. Como en ocasiones anteriores (en Madrid o Valencia), se trata de casualidades inconexas sobre las que los agentes de Rub-Alkaaaba no tienen nada que decir ni que hacer. Como siempre.
A ver si un dia, en uno de esos sabotajes, el propio ejecutor se queda pegado al cable. Es posible que incluso le declaren muerto en acto de servicio, los del sindicato me refiero...