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Martínez Camino, actualmente catedrático de Teología Dogmática de la Facultad San Dámaso de Madrid, estuvo durante ocho años al frente del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española.
La terna de candidatos, votada a las 12.30 de este miércoles y presentada a los prelados por la Comisión Permanente, la integraban el obispo auxiliar de Toledo, Juan José Asenjo, cuyo nombre sonaba insistentemente para la reelección; Martínez Camino, y el actual vicesecretario de la Conferencia, también sacerdote, Eduardo García Parrilla, según informó Jesús de las Heras, responsable de prensa de la CEE.
La elección de Martínez Camino, que según fuentes eclesiales del arzobispado madrileño es amigo del presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco, al que prepara alguno de sus discursos, cogió de sorpresa al personal de la Conferencia Episcopal, según las declaraciones realizadas por alguno de ellos a los periodistas al conocerse la noticia. En la tarde del martes, y durante la reunión de la Comisión Permanente para designar la terna que se sometería a votación del Plenario, circulaba insistentemente por los pasillos de la Conferencia Episcopal el nombre de Juan José Asenjo, titular hasta hoy de la Secretaria General de la CEE, para su reelección.
Se había descartado también, como hoy se ha visto al conocerse la terna, el nombre del sacerdote Joaquín Martín Abad, asimismo según fuentes eclesiales "en buena sintonía con el cardenal", y los nombres de los obispos de Jerez, Juan del Río Martín y el auxiliar de Madrid, Cesar Franco, que habían estado presentes en las informaciones periodísticas de los últimos días.
Separar los cargos
Juan José Asenjo, en declaraciones a los periodistas el lunes pasado al comienzo de la Asamblea Plenaria, afirmó, en relación con los rumores sobre su reelección, que estaba dispuesto "a hacer lo que Dios me pida y sea mejor para la Iglesia y la Conferencia Episcopal Española", aunque agregó que "dudo que mi nombramiento fuera bueno. Vamos a esperar a la designación de la terna" y las votaciones del miércoles. El secretario de la CEE tampoco consideró viable, en estos momentos, que se separen los cargos de secretario y portavoz, y, en cualquier caso, dijo, el nuevo Secretario será quien tenga que plantear la cuestión cuando sea elegido.
También negó Asenjo en esas declaraciones que el cargo de nuevo Secretario lo ocupase un sacerdote: "la experiencia de los mayores dice que lo mejor es que sea obispo", afirmó, y el viaje del Papa, en las relaciones con las autoridades, "ha demostrado que es mejor que el Secretario sea un obispo que un sacerdote", precisó.
Según la biografía facilitada por el departamento de prensa de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino nació en Marcenado-Siero, Oviedo, el 9 de enero de 1953, fue ordenado sacerdote en 1980 y pertenece a la Compañía de Jesús desde 1976.
No obstante, Martínez Camino lleva alrededor de un año "exclaustrado" de los Jesuitas, viviendo en una residencia que no pertenece a la orden que fundara San Ignacio de Loyola, a la espera de que se cumplan los tres años preceptivos para dejar de pertenecer a la misma, según fuentes eclesiales.
La terna de candidatos, votada a las 12.30 de este miércoles y presentada a los prelados por la Comisión Permanente, la integraban el obispo auxiliar de Toledo, Juan José Asenjo, cuyo nombre sonaba insistentemente para la reelección; Martínez Camino, y el actual vicesecretario de la Conferencia, también sacerdote, Eduardo García Parrilla, según informó Jesús de las Heras, responsable de prensa de la CEE.
La elección de Martínez Camino, que según fuentes eclesiales del arzobispado madrileño es amigo del presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco, al que prepara alguno de sus discursos, cogió de sorpresa al personal de la Conferencia Episcopal, según las declaraciones realizadas por alguno de ellos a los periodistas al conocerse la noticia. En la tarde del martes, y durante la reunión de la Comisión Permanente para designar la terna que se sometería a votación del Plenario, circulaba insistentemente por los pasillos de la Conferencia Episcopal el nombre de Juan José Asenjo, titular hasta hoy de la Secretaria General de la CEE, para su reelección.
Se había descartado también, como hoy se ha visto al conocerse la terna, el nombre del sacerdote Joaquín Martín Abad, asimismo según fuentes eclesiales "en buena sintonía con el cardenal", y los nombres de los obispos de Jerez, Juan del Río Martín y el auxiliar de Madrid, Cesar Franco, que habían estado presentes en las informaciones periodísticas de los últimos días.
Separar los cargos
Juan José Asenjo, en declaraciones a los periodistas el lunes pasado al comienzo de la Asamblea Plenaria, afirmó, en relación con los rumores sobre su reelección, que estaba dispuesto "a hacer lo que Dios me pida y sea mejor para la Iglesia y la Conferencia Episcopal Española", aunque agregó que "dudo que mi nombramiento fuera bueno. Vamos a esperar a la designación de la terna" y las votaciones del miércoles. El secretario de la CEE tampoco consideró viable, en estos momentos, que se separen los cargos de secretario y portavoz, y, en cualquier caso, dijo, el nuevo Secretario será quien tenga que plantear la cuestión cuando sea elegido.
También negó Asenjo en esas declaraciones que el cargo de nuevo Secretario lo ocupase un sacerdote: "la experiencia de los mayores dice que lo mejor es que sea obispo", afirmó, y el viaje del Papa, en las relaciones con las autoridades, "ha demostrado que es mejor que el Secretario sea un obispo que un sacerdote", precisó.
Según la biografía facilitada por el departamento de prensa de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino nació en Marcenado-Siero, Oviedo, el 9 de enero de 1953, fue ordenado sacerdote en 1980 y pertenece a la Compañía de Jesús desde 1976.
No obstante, Martínez Camino lleva alrededor de un año "exclaustrado" de los Jesuitas, viviendo en una residencia que no pertenece a la orden que fundara San Ignacio de Loyola, a la espera de que se cumplan los tres años preceptivos para dejar de pertenecer a la misma, según fuentes eclesiales.