
La Policía Nacional ha desmantelado un centro de estética ilegal en el barrio de Carabanchel, Madrid, donde se realizaban intervenciones quirúrgicas sin autorización y en un entorno de extrema precariedad sanitaria. La operación, en la que participó la Dirección General de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, culminó con la detención de cuatro mujeres por su presunta implicación en delitos de intrusismo profesional, estafa, contra la salud pública y vulneración de los derechos de los consumidores.
Las pesquisas policiales se iniciaron tras recibir dos denuncias en enero: una interpuesta ante la Dirección General de Inspección Sanitaria y otra en la Comisaría de Carabanchel por una víctima que sufrió graves complicaciones tras someterse a una de estas intervenciones.
Condiciones extremas
La clínica se promocionaba en redes sociales como un centro especializado en procedimientos estéticos a precios considerablemente más bajos que los de las clínicas regladas. Atraídas por esta oferta, numerosas pacientes—en su mayoría mujeres de entre 40 y 50 años, muchas de ellas de origen latino—pagaban entre 1.200 y 4.000 euros por procedimientos como liposucciones, aumentos mamarios e incluso ligaduras de trompas.
Sin embargo, la aparente profesionalidad del centro contrastaba con la realidad que descubrieron los agentes: las operaciones se llevaban a cabo en un quirófano improvisado, sin ventilación, con instrumental reutilizado y medicamentos caducados.
🚩Desmantelado en #Madrid un quirófano clandestino donde se realizaban tratamientos y cirugías estéticas de forma ilegal
🔹Se habían realizado liposucciones, aumentos de pecho e incluso ligaduras de trompas en condiciones higiénicas deficientes
🔹Al #quirófano se accedía por… pic.twitter.com/7Niyz5Mdca
— Policía Nacional (@policia) February 26, 2025
Las inspecciones revelaron una escena impactante. En la trastienda del local, oculta a la vista de los clientes, se halló una sala de operaciones clandestina equipada con camillas, material quirúrgico en mal estado y un congelador donde se almacenaban fármacos junto a alimentos de consumo diario. También se encontraron compresas con restos de sangre y gasas aparentemente reutilizadas.
Dos víctimas
Por el momento, se ha documentado al menos dos casos de mujeres que sufrieron graves consecuencias de salud tras someterse a cirugías en la clínica. Una de ellas desarrolló una sepsis y tuvo que acudir a urgencias. Sorprendentemente, la propia directora del centro la acompañó al hospital público para intentar controlar la situación y le ofreció una nueva operación gratuita con la condición de que no mencionara a los médicos dónde se había realizado el procedimiento inicial.
Otra mujer, tras padecer complicaciones, recibió una oferta similar: podía operarse de nuevo sin coste o recibir un reembolso, pero solo si se comprometía a no denunciar. En este caso, la afectada rechazó el trato y llevó el caso a la Policía, lo que aceleró las investigaciones.
El desmantelamiento de la clínica
Las autoridades comenzaron a vigilar el centro tras detectar un flujo constante de pacientes que ingresaban por la puerta principal, pero salían por un acceso secundario, lo que generó sospechas sobre las actividades que allí se llevaban a cabo.
El 6 de febrero, tras reunir indicios suficientes, se realizó una primera inspección en la que se encontraron pruebas de las intervenciones clandestinas, como documentos médicos, historiales de pacientes y material sanitario. Al descubrir que las responsables del centro impedían el acceso a algunas estancias, los agentes solicitaron una orden judicial para registrar el inmueble por completo.
Cuando finalmente ingresaron en las zonas restringidas, la magnitud del fraude quedó al descubierto. En el fondo del local, una puerta conectaba directamente la clínica con el domicilio de una de las detenidas. Allí, además del quirófano ilegal, se halló un trastero repleto de medicamentos caducados y más documentación comprometedora.
Entre las detenidas se encuentra la directora del centro, una médica general colombiana colegiada en Madrid pero sin especialización en cirugía estética. También fueron arrestadas otras tres mujeres que se hacían pasar por enfermeras sin contar con la titulación requerida. Además, dos personas más han sido imputadas por colaborar con la clínica: una anestesista con licencia y una enfermera.
El juez ha ordenado la clausura inmediata del centro, mientras las investigaciones continúan, ya que hay indicios de que la actividad ilegal llevaba desarrollándose durante años y no solo en los últimos meses.

