Un jurado de Idaho acordó por unanimidad el 1 de junio de 2023 que Chad Daybell debía ser condenado a pena de muerte por el crimen de los dos hijos menores de su amante (que desaparecieron con diferencia de días en septiembre de 2019) y el de quien había sido su esposa durante tres décadas (que murió un mes más tarde de que se perdiera el rastro de los niños). Tres asesinatos que podían haber quedado sin resolver de no ser por el alarde romántico de la pareja, que se casó en Hawáii el 5 de noviembre (apenas dos semanas después de que Tammy Daybell falleciera) y no tuvo reparos en compartirlo en sus redes sociales.
Se daba la circunstancia de que el cuarto marido de su nueva mujer —Lori Vallow— murió en julio de 2019 como consecuencia de los disparos efectuados por un hermano de ésta, que casualmente falleció unos meses después. Supuestamente fue por motivos naturales, aunque —dado el alto número de muertes alrededor de la pareja en muy poco tiempo— una de las hipótesis que manejan los investigadores es que se tratase de una muerte pactada. Uno de los informes policiales del caso reflejan que el varón habría llamado previamente a su hermana para recibir su "bendición". Él la seguía y protegía por encima de todo.
También ponen en duda ahora las causas del fallecimiento del tercer marido de ella, curiosamente poco antes del asesinato del cuarto. Una sucesión de muertes y desapariciones en extrañas circunstancias rodearon a la pareja a lo largo del fatídico 2019. Para tres de ellas se encontró explicación a partir de que los amantes se casan y levantan las sospechas de la policía. El cadáver de Tammy Daybell —madre de los cinco hijos de Chad— fue exhumado. La autopsia reveló que la mujer, de 49 años, había muerto por asfixia. En junio de 2020, se localizaron los cadáveres de los hijos menores de Lori (de 7 y 16 años) enterrados en la propiedad de su quinto marido en Idaho.
¿Quién es Chad Daybell?
Chad Daybell, de 56 años en la actualidad, llevaba décadas predicando la llegada del fin del mundo. Montó su propia editorial en Utah —Spring Creek Book Company— para publicar sus libros. Todos sobre la llegada del día del juicio final, la posesión de cuerpos por espíritus malignos, o experiencias cercanas a la muerte.
Entre sus obras, encontramos títulos como: ‘Un profeta en Palmira (serie de aventuras Atrévete a ser verdadero)’ o ‘A través de los ojos de Juan: El amado apóstol observa los últimos días del Salvador en la Tierra’, publicados en 2004; ‘Las llaves del Reino’ o ‘La ciudad celestial’, en 2013; ‘En busca del paraíso’, el último de sus libros (en 2019).
Gurú apocalíptico
Aunque pertenecía a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días —popularmente conocida como mormona—, a la que Lori se unió tras iniciar su relación con Charles Vallow (su cuarto marido, por cuyo asesinato se la está juzgando), Chad había desarrollado una serie de ideas que iban mucho más allá. Pertenecía a un movimiento apocalíptico llamado ‘Preparing a people’ y llegó a liderar un grupo de amigos con ideas afines que realizaba supuestos exorcismos para expulsar espíritus malignos de los cuerpos que habían tomado.
Según los datos aportados por la fiscalía, Lori y Chad se conocieron en 2018 durante una conferencia en Utah. Ella había leído sus libros y sentía fascinación por el gurú. La conexión entre ellos fue inmediata. Tanto es así que empiezan a grabar juntos una serie de podcasts dedicados a "ayudar a preparar física y espiritualmente al pueblo para la segunda venida de Jesucristo". Según señaló Charles Vallow en su demanda de divorcio, ella estaba convencida de ser una deidad que tenía como misión evitar el Apocalipsis. Los fiscales apuntaron —durante el juicio por los crímenes de sus hijos— que fue el escritor quien le convenció de ello.
El trasfondo de los asesinatos
En este contexto, la pareja habría planificado y ejecutado al menos tres crímenes (por lo que han sido condenados): el de la mujer de él y los dos hijos de ella. Estaban convencidos de que las personas podían convertirse en "zombies". Una palabra que —según uno de los testigos— Lori habría utilizado para definir a los menores asesinados. También lo habría dicho él sobre quien fue su esposa durante treinta años.
Por lo que han manifestado personas de su entorno, la pareja tenían su particular forma de clasificar a las personas, como espíritus "claros" o "oscuros". LLamaban "zombies" a aquellos que —consideraban— habían sido tomados por espíritus malignos. Con el tiempo, terminaron defendiendo que la única manera de despojar a la persona del mal era matándola para que pudiera descansar en la nueva vida.