
El pasado 6 de mayo, durante un operativo de vigilancia en el Centro de Atención Institucional de Pococí, en la provincia de Limón (Costa Rica), agentes penitenciarios interceptaron a un gato que transportaba droga adherida a su cuerpo. El animal fue detectado por un funcionario de la Policía Penitenciaria mientras merodeaba por una zona verde cercana al recinto, cuya conducta llamó la atención del agente.
Durante la inspección, los funcionarios hallaron dos paquetes sujetos con cinta adhesiva al lomo del felino. Uno contenía 235,65 gramos de marihuana y el otro 67,76 gramos de una sustancia que, según los análisis preliminares, corresponde a crack. Además, el animal portaba dos pliegos de papel utilizados para fabricar cigarrillos con droga, conocidos localmente como "boletas".
Detienen a un gato con 300 gramos tras ser usado como 'narcogato' en una cárcel pic.twitter.com/VP1AbocLaj
— Libertad Digital (@libertaddigital) May 20, 2025
Entrega al Senasa
La droga fue incautada y puesta a disposición de las autoridades competentes. El gato fue entregado al Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), donde se encuentra bajo observación veterinaria. De momento no se ha determinado si pertenecía a una persona privada de libertad o si fue manipulado por terceros externos al penal.
El Ministerio de Justicia y Paz ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar quiénes están detrás del intento de ingreso de sustancias ilegales. Según las autoridades, es posible que el gato hubiese sido entrenado para entrar y salir del recinto como parte de un método sostenido en el tiempo.
No es la primera vez que se intenta utilizar animales para introducir objetos prohibidos en centros penitenciarios de la región. En 2015, en el Centro Penitenciario La Reforma, se descubrió una paloma utilizada para transportar 28 gramos de droga. En 2019, se interceptaron dos gatos en un intento similar en las cárceles de La Reforma y Nelson Mandela, que llevaban en conjunto unos 445 gramos de estupefacientes.

